La falta de un norte claro en materia económica es una preocupación de toda la sociedad, y debería incluirse con más seriedad en la agenda política para minimizar el impacto de la crisis que el coronavirus ha agravado.

Inflación y Canasta

La Dirección de Estadísticas de la provincia publicó días atrás el dato de la canasta básica para Tucumán.

Para que un adulto no sea considerado pobre debió contar con un ingreso de al menos $16.770 para cubrir sus necesidades básicas (alimentos, ropa, transporte y demás servicios) en marzo 2021.

En marzo de 2020, ese monto era de $11.700. La canasta aumentó un 43,3%, o unos $5.000 más, en un año.

En diciembre de 2020, el 43,5% de las personas del Gran San Miguel de Tucumán eran consideradas pobres, o sea que sus ingresos estaban por debajo de la canasta básica.

De Diciembre a Marzo, el valor de la canasta subió un 11%. Con este incremento, ¿cuántas personas quedaron debajo del umbral de pobreza?

El caso de los hogares

La suerte de los hogares sigue la misma línea. Considerando una familia tipo de 4 miembros (una pareja con dos niños pequeños), los ingresos necesarios para no considerarse pobres debieron ser mayores a $51.820 en marzo del 2021.

El salario minino, vital y móvil se fijó para marzo en $21.600, por lo que esta familia tipo hubiese necesitado 2,4 salarios mínimos para no ser pobre.

Análisis | Canastas básicas, médicos y pronósticos

En marzo de 2019 con “sólo” $25.000 esta familia podía comprar la canasta básica. Dos años después, y con 103% de inflación acumulada, esa misma familia necesita un poco más del doble para llenar la misma canasta.

Un ejemplo: Canasta básica y médicos

Días atrás, los medios difundieron un anuncio del Presidente de la Nación sobre el otorgamiento de un bono de $6.500 por tres meses para los trabajadores de la salud.

Con esto parecería que los políticos están preocupados por los “soldados” de esta guerra
contra el coronavirus. Sin embargo, al menos en nuestra provincia, los datos dicen otra cosa.

Para analizar la situación de los médicos de la provincia tomamos un ejemplo concreto, del
recibo de sueldo de un médico de planta del SIPROSA con unos 10 años de antigüedad, y
comparamos el recibo del mismo médico con la Canasta Básica Total para el último año: marzo 2020 vs marzo 2021.

La conclusión lógica sería que los incrementos salariales cubren la variación inflacionaria, y un poco más, para retribuirlos por la valiosa tarea que cumplen.

Teniendo en cuenta estos datos, el sueldo de bolsillo del profesional subió un 28,7% y la canasta un 43%, con lo que la pérdida para el médico fue de casi un 15%. En términos de Canasta Básica, antes compraba 1,64 canastas y ahora solo 1,47.

La pérdida de valor del salario del personal de salud muestra que los aumentos no son suficientes y el reconocimiento a sus tareas debe ser mas contundente y generosa.

Inflación esperada

En el contexto macroeconómico y político actual, proyectar la inflación para los próximos 12 meses puede ser algo arriesgado.

Sin embargo, hay dos fuentes que pueden arrojar una proyección informada: el relevamiento que realiza el BCRA entre las principales consultoras del país, y la encuesta de expectativas de inflación del CIF de la Universidad Torcuato Di Tella.

En el primer caso, las 10 consultoras que mas aciertan en los pronósticos, estiman un variación en el IPC Núcleo del 46% para marzo del 2022.

Análisis | Canastas básicas, médicos y pronósticos

Por otro lado, la inflación esperada por la población del interior del país para los próximos 12 meses alcanza el 49,2%.

Con estas estimaciones, la canasta básica para el hogar analizado estará entre $75.700 y
$77.300. ¿Cuántos hogares pasarán a estar bajo la línea de pobreza?

Conclusiones

Las medidas para contener la inflación del gobierno nacional están centradas en los controles de precios y del tipo de cambio.

La historia es irrefutable sobre los malos resultados de estas medidas. En su trabajo 4000 años de control de precios y salarios, Schuettinger y Butler reseñaron brillantemente las consecuencias de estas prácticas a lo largo de la historia.

El código de Hammurabi, la Atenas en el Siglo de Oro y muchos ejemplos más son evidencia de que este tipo de medidas no tan sólo no funcionan sino que generan el efecto inverso: los bienes congelados terminaron aumentando aún más sus precios y con el tiempo escasearon.

De la misma manera, los costos de la canasta básica siguen subiendo por sobre la inflación
(43% vs 39%). Y los aumentos de salarios van quedan siempre por debajo de estas cifras.

El problema inflacionario ya ha sido debidamente analizado y abordado, y resuelto con éxito en la mayoría de los países del mundo.

Mientras tanto, nuestra clase política quita la vista del problema central para enfocarse en las próximas PASO y la puja por la presencialidad en las escuelas.

Las dificultades estructurales que dificultan la recuperación económica y el crecimiento siguen aumentado, sin perspectivas de ser encarados con la fuerza e idoneidad que la realidad requiere.

Fuente: Fundación Federalismo y Libertad – Informe de Coyuntura – Abril 2021