Cómo estuvo plantado el equipo que, con goles de Julián Álvarez (2) y Lionel Messi derrotó a Croacia 3 a 0.
Tras vencer a Croacia por 3 a 0 en la semifinal el seleccionado argentino de fútbol se clasificó a la instancia final de la copa del mundo Qatar 2022. Sí, Argentina es finalista del mundial.
Con un planteo táctico qué le ha dado muy buen resultado el equipo argentino se plantó en la cancha tratando de cortar los circuitos del medio juego croata y lo consiguió. Tratando de forzar la rápida salida desde la defensa del contrincante, obligándolo a buscar el pelotazo hacia adelante, prácticamente lo condujo a desprenderse de esa forma del balón.
Teniendo presente que el equipo croata tiene un pívot de gran calibre como Luka Modric, una y otra vez el medio juego argentino a través de Rodrigo De Paul y Paredes cortó el circuito de ataque del equipo europeo.
Apoyando a los cuatro defensores, Paredes, Fernández, De Paul y Mac Allister controlaron el medio y dificultaron el que los croatas pudieran combinar dos pases consecutivos. Cuando el equipo se hacia del balón, salvo Paredes todos se mezclaban con los atacantes, con gran velocidad. Eso complicó a los europeos.
También se observó una gran combinación de pases entre Alexis Mac Allister y Enzo Fernández, quienes colaboraron con Messi en el armado de las jugadas de contraataque. La circulación de derecha izquierda y viceversa siempre paso por sus pies.
Paulatinamente, el equipo argentino fue haciéndose dueño del campo y el protagonista principal de un encuentro que tenía pocos remates al arco, pero jugadas vistosas.
Ambos equipos marcaban muy bien al rival. Lo cierto es que Croacia no se quedó atrás y trato de cortar o de impedir el cómodo avance del equipo argentino.
Hasta que una pelota quitada en el medio y la rápida reacción de Enzo Fernández, quien dio unos pasos y envió un pase preciso a espaldas de los defensores, para qué Julián Álvarez avanzara. La pelota pico delante de él, que hizo una rápida corrida encarando al arco, alcanzó a tocarla por encima del arquero quién lo choco y obstruyó. El árbitro lo interpretó así, e inmediatamente señaló el punto del penal.
Con precisión ejecutó Messi hacia la izquierda y arriba, con mucha potencia convirtiendo así el primer gol argentino (33’26”).
Un equipo que sigue jugando como al principio
El partido sigue siendo de la Argentina, que no sé relajó, y siguiendo ese rumbo unos minutos después, nuevamente la Argentina tiene la pelota en mitad de cancha que manejó correctamente.
Ante el tiro esquina desde la izquierda de la defensa argentina, ejecutado por Modric, quien envía a un compañero cerca de la esquina del área, su centro es cortado por Otamendi de cabeza hacia Messi, el cual logra dirigir el balón hacia Julián Álvarez. Éste, inicia una corrida veloz con toda su potencia, en carrera, amagó dar un pase a la izquierda, pero se fue hacia la derecha. Aunque adelantó un poco de más la pelota, lo que permitió el rechazo de un defensor a medias, pero Álvarez logró que rebotara en su cuerpo y siguió avanzando, otro defensor intento rechazar la pelota, pero nuevamente Álvarez avanzó con toda su potencia y se la llevó por delante y ante la salida del arquero con un remate hacia su derecha corto y preciso decretó el segundo tanto.
Transcurrían 38’26”, Argentina ganaba 2 a 0 y lo merecía. El partido empezaba a darse tal como le convenía su planteo y su rival no encontraba la fórmula para bloquearlo. También, Croacia había perdido el orden, lo cual le hacía muy cuesta arriba el remontar el tanteador.
Así, se fueron al descanso con un equipo argentino dispuesto a luchar cada pelota, no regalando absolutamente un centímetro en el campo de juego y siendo temido cada vez que atacaba.

El segundo tiempo comenzó con un Croacia un poco más adelantado prometiendo dar batalla. Pero pronto, esa imagen se diluyó y el equipo argentino volvió a mostrarse no solo como el poseedor del balón si no como el que, en realidad, estaba marcando los tiempos del partido, por momentos atacando y por momentos controlando el balón.
Entre el ir y venir de la pelota entre los dos equipos, que la disputaban con muchas ganas y disposición, no había demasiadas jugadas de peligro, aunque siempre el equipo sudamericano se mostró más seguro y más incisivo.
Entonces ocurrió que, en una de esas pelotas repuestas desde el lateral derecho de la defensa argentina fue capitalizada por Messi, quien inicio un ataque veloz y se acercó al área, amagó volverse hacia atrás, pero giró sobre sí mismo e ingresó en el área, tocó veloz y directamente hacia el área chica y, Julián Álvarez que con la cara interna del pie la mandó al fondo de la red. No fue casualidad, porque el delantero siempre acompañó a quien atacara con pelota dominada. Estaba atento a recibir la descarga y se desmarcó constantemente.
Se habían jugado 68 minutos y Argentina estaba 3 a 0 arriba con total justicia (68’45”).
El partido siguió su desarrollo con un Croacia que atacaba de forma desordenada e insegura y con un seleccionado argentino cada vez más confiado en sí mismo y que no dejaba un centímetro del campo sin correr.
El mérito de la Argentina finalista
El planteo argentino dio sus frutos. Cada jugador argentino defendía o podía pasar al ataque en apoyo de sus compañeros. Cuando el rival tenía el balón alguno corría inmediatamente a marcarlo. El conjunto argentino no dejó pensar a Croacia, tampoco le permitió hilvanar una jugada. Nunca se distrajo y se esmeró por no realizar infracciones cerca del área. Croacia se sentía impotente, no llegaba al arco de Emiliano Martínez. No tuvo remates francos que llegaran con peligro. Mientras que los de la albiceleste, ejecutaron remates desde fuera del área, aunque no demasiados, algo que tenía que corregir.
Cada vez que se recuperaba la pelota en defensa había una salida rápida que ponía en peligro al rival, tal como pasó en el segundo gol. Los argentinos atacaron como es su costumbre, pero nunca descuidaron las marcas, ni perdieron el orden defensivo.
Así se arribó al final con 5 minutos de descuento y una victoria indiscutible.
Había triunfado el que mejor había hecho las cosas, pero también el más práctico.
No se puede discutir el resultado, tampoco la valía de los jugadores qué, con la camiseta celeste y blanca recorrieron todo el campo de juego despojándose del sudor, dejando el máximo y tesonero esfuerzo en cada jugada.
Argentina es finalista y espera por el resultado entre Francia y Marruecos.