Nuestra cena puede evitarnos perder la memoria

Un especialista recomienda ciertos hábitos que incluyen tanto una dieta como cierto horario.

Permanentemente nos preocupamos por los casos en que un familiar o alguien a quien conocemos en cierto momento de su vida llega a perder la memoria y lo relacionamos con lo que puede ocurrirnos a nosotros con el paso del tiempo. Casi con desesperación queremos conservar nuestra lucidez.

“La alimentación es clave para lograrlo”, dice la página Enséñame de ciencia y explica lo que dice “un reconocido neurocientífico”.  Ciertamente, todo lo que podamos aprender, suma.

Al oír esto, rápidamente decimos: ¿Será así? ¿Puede ser real esta afirmación?

Muchos conocen esto expresado en Enséname de ciencia, que comenta: “La memoria es un proceso cognitivo esencial que nos permite almacenar, retener y recuperar información. Se basa en la actividad de las neuronas y las conexiones sinápticas en el cerebro. Cuando aprendemos algo nuevo, se forman nuevas conexiones neuronales, lo que fortalece nuestra capacidad de recordar. Para fortalecer la memoria, existen varios ejercicios y juegos mentales que pueden ser muy efectivos”.

Cita, por ejemplo, sudokus, crucigramas o acertijos, los cuales estimulan la actividad y la velocidad mental. Es cierto también, que, cosas como “aprender un nuevo idioma o tocar un instrumento” ayudan en la conservación de la memoria, ya que, conducen a “la creación de nuevas conexiones neuronales”.

Es cierto, también que, “realizar ejercicios simples en la vida diaria”, tales como, ‘cepillarse los dientes con la otra mano’ o utilizar ‘caminos diferentes’ para ir al trabajo o a otro lugar que es rutinario, ‘puede ayudar a mantener la mente activa’. En síntesis, es vital mantener al cerebro trabajando, activo para lograr conservar ‘una buena memoria y salud cognitiva a lo largo del tiempo’.

Cómo nuestra cena contribuye a no perder la memoria

A veces, puede que tengamos hábitos negativos para alimentarnos y descansar. Estos atentan contra nuestra buena salud. Muchos reconocen que suelen “cenar tarde y mal”, y lo hacen con “alimentos poco saludables”. He ahí, la explicación para tener una “digestión y el descanso” nocivos, con el consecuente “impacto negativo en nuestro cerebro”.

“El neurólogo David Perlmutter, del American College of Nutrition, advierte que la elección de alimentos para la cena es crucial no solo para dormir bien, sino también para reducir el riesgo de enfermedades como la demencia”.

¿Qué es lo que hay que hacer para cuidar nuestro cerebro?

El citado neurólogo dice que, “no se trata solo de cambiar lo que comemos en la cena, sino de adoptar una dieta equilibrada y saludable en general”.

Cita lo que, él llama “mayores enemigos del cerebro”, y estos son, nada más y nada menos que, “los azúcares libres, las grasas saturadas y los carbohidratos procesados”.

¿Le suenan familiares eso nombres? ¿Son parte de su dieta cotidiana nocturna?

Para Perlmutter estos compuestos son algo que, “debemos evitar no solo en la cena, sino en nuestra alimentación diaria”.

Revela que “estudios recientes han demostrado que una dieta rica en grasas saturadas aumenta el riesgo de desarrollar Alzheimer”.

Pero, a veces, puede que nos resulte complicado dejar hábitos que hemos heredado porque en nuestra familia se los tenía incorporados.

Sin embargo, es hora de analizar con los pies sobre la tierra, qué les ha pasado a nuestros ancestros con su dieta y cómo les fue a sus contemporáneos con la alimentación escogida.

Es digno de notar que no solo este neurólogo dice esto, sino que hay estudios como los de la “Universidad Rovira i Virgili” los cuales “han mostrado que estos alimentos pueden dañar las moléculas y tejidos cerebrales, actuando como marcadores de esta enfermedad”.

¿Qué alimentos debemos priorizar?

 Lo que nuestra dieta debe incluir

Nada que nos sorprenda, pero, sí que certifique es lo que acabamos de mencionar, ya que, “Perlmutter recomienda una dieta rica en verduras y alimentos con ácidos grasos omega-3”.

Pero, no se queda allí, sino que recomienda algo que, de seguro, alguna vez nos dijeron los médicos y nutricionistas. Esto es, consumir “las verduras … de temporada y con una gran variedad de colores”, en especial “aquellas ricas en fibra prebiótica, como las cebollas, los puerros, el brócoli y la col rizada”.

Aunque el especialista dice que se puede incluir “proteína animal en la cena”, se inclina por los “pescados como el salmón, el bacalao y las sardinas, cuyo consumo se asocia a un menor riesgo de demencia”.

Así que, ya tenemos sencillas sugerencias que pueden contribuir al cuidado de nuestra salud.

¿Se trata solamente de comer esto a cualquier hora?

Cuál es la hora adecuada

El médico hace hincapié en un detalle no menor a la hora de cuidar nuestra salud: “cenar a una hora adecuada”. Luego, completa su exhortación dejando un último ítem: nuestra cena debería suceder “al menos dos o tres horas antes de dormir”. De esa manera, lograremos “una digestión adecuada” y también, “un descanso de calidad”.

Esto lo recomendó pensando en la salud de nuestro cerebro, y, exhortó adquirir para ello, hábitos prácticos.