La red de cloacas en la ciudad de Juan Bautista Alberdi parece haber dicho basta. El preocupante cuadro se agrava con la inminente llegada del verano. El entramado subterráneo aparece superado por el desarrollo inmobiliario del municipio y el incremento de la cantidad de detritos que van a parar a las antiguas cañerías, dotadas de una capacidad que no se adecúa a la situación actual.

La ciudad cuenta con un sistema que data de los años en los que no se superaban los 15.000 habitantes, mientras que en la actualidad alcanza los 34 mil. El municipio y la SAT llevan adelante un plan para adecuar el sistema que, se aseguró, se profundizarán en los próximos días. La emergencia lo demanda así.

En el centro de la ciudad sureña hay negocios que han anulado sus baños para los clientes y en algunos barrios, como Belgrano y San Martín, la gente apela a recursos de otros tiempos para enfrentar la situación al comenzar a cavar pozos ciegos. Es que no pueden usar los sanitarios porque los líquidos se estancan e inundan el interior de los ambientes. Los olores nauseabundos brotan de las calles anegadas.

“Este es un drama que viene desde hace tiempo y que se complica no sólo por la saturación de la red a causa de las cañerías angostas y que deben ser cambiadas, sino también porque la SAT no dispone de la infraestructura adecuada para desobstruir los sectores donde deja de circular el líquido. Tampoco realiza las tareas de mantenimiento necesarias. Si apenas cuenta con una camioneta”, afirmó Emiliano Robín.

El hombre es propietario de una confitería ubicada en la esquina de San Martín y Campero. El domingo pasado el empresario se vio obligado a cerrar su negocio porque no podía habilitar los baños anegados con detritos líquidos. Lo reabrió el lunes a la tarde luego de que un camión desobstrurador trabajó en el lugar hasta lograr descongestionar los desechos.

“A mi comedor vienen a almorzar trabajadores de algunas empresas que operan en este lugar. El baño es importante para ellos y resulta lamentable que no lo puedan utilizar. También está la cuestión sanitaria del ambiente y los riesgos que debo evitar al contaminarse con desechos. Por eso lo cerré”, explicó Robín.

“Aunque el problema me solucionaron rápido, la cuestión es que esto se repite cada tanto porque se tiene que superar el problema de la cañería”, advirtió.

José Abdala, del bar ubicado en Rivadavia y Campero, dijo que el congestionamiento que acusa con frecuencia el sistema sanitario de su local, es afrontado con herramientas propias. “Para reducir la liberación de desechos utilizamos, entre otros recursos, un desengrasador. El problema no es nuevo y todos esperamos que se solucione lo antes posible”, apuntó.

Valle Juárez, del barrio Escaba, dijo que aunque en la zona se reemplazó la antigua cañería, los inconvenientes de desbordes de líquidos persisten porque “se producen obstrucciones en la red que impactan en todo el sistema”. “Hay vecinos cansados de renegar con este problema y volvieron a utilizar recursos de los tiempos en que se fundó Alberdi y que es la apertura de pozos ciegos” sostuvo la mujer.

Luis Campos, intendente de esa ciudad, reconoció la gravedad de la situación y aseguró que con la SAT trabaja en el recambio de las cañerías de hormigón comprimido de 110 mm por las de PVC de 160 mm. Aseguró que el 70% de la antigua red ya fue reemplazada. Pero resta iniciar la construcción de nuevos colectores.

“Estamos a la par de una empresa que necesita del apoyo del municipio para avanzar en trabajos que van a ir poniendo alivio a la situación que se padece. Hace falta, al mismo tiempo, que se mejore la infraestructura de mantenimiento para evitar los desbordes de líquido.

En ese sentido, Marcelo Caponio, titular de la SAT, prometió un camión desobstrurador. “Actualmente, en emergencias, se utiliza algunos provenientes de Concepción o Aguilares”, dijo el funcionario. El jefe comunal precisó que “en los últimos años el municipio construyó un colector principal de 355 mm en calle Quinteros, desde ruta 38 hasta avenida Campero”.

Aseguró que se hizo otro por la Berutti, desde Quintero hasta Alem, también por la Alem y la Belgrano. “Nos falta continuar con el colector de la Lidoro Quinteros, de la Belgrano y hacer otro de 200 mm por la Saavedra, desde Belgrano hasta Eva Perón”, comentó.

Campos añadió que el municipio tiene elaborado un proyecto para la instalación de una planta de procesamiento de líquidos cloacales. “Frente a las medidas de austeridad que anticipa el nuevo presidente de la Nación, vamos a tratar de gestionar un financiamiento del BID para su ejecución”, dijo.

Francisco Vallejo, responsable de la SAT en la ciudad de Alberdi, confirmó que la situación sanitaria que se plantea en esa ciudad, “es producto del reducido diámetro de los colectores frente a la cantidad de líquido que trasladan”.

El funcionario remarcó también que la cañería de hormigón comprimido es muy antigua, por lo que se satura con facilidad. “Sin dudas que hay que cambiar la cañería vieja por otra de PVC, pero primero hay que abordar los colectores para garantizar el escurrimiento de los desechos”, concluyó.