Un deslucido y errático conjunto ‘verdeamarelo’ se salvó de una derrota ante un rival sereno que lo complicó seriamente.

La selección brasileña de futbol empató con su par de Colombia y se clasifico a cuartos de final de la copa América, torneo que se juega en EE. UU.

“Pocas veces Brasil estuvo tan lejos de parecer Brasil. Tan divorciado de su identidad. De su clásica alegría. De su fútbol. Tan impotente. Tan inofensivo. Tan frágil como se lo vio ante Colombia, más allá de una tímida reacción en el final. Clasificó y punto”, comenta el periodista deportivo de Olé Favio Verona. Aunque considera que el conjunto brasileño es para respetar, también es cierto que, “su imagen alimentó la preocupación de su gente”, remata.

Con un primer tiempo intenso con oportunidades para ambos, el encuentro se trono interesante. Los “samberos” tenían en Raphinha su piloto de ataque. De hecho, su velocidad complicó a los defensores cafeteros. Mientras que su compañero de ataque Vinicius estaba desconocido, poco colaborativo.

La escuadra colombiana demoró un poco su adaptación al campo y al planteo de su rival.

En ese momento, un tiro libre de Raphinha puso arriba en el marcador a la ‘verdemarela’. Después, lo empato Daniel Muñoz.

Poco lo de Brasil en la Copa América

Los cafeteros conservaron su futbol, se mostraron serenos y mantuvieron sui ritmo, su juego bajo la guía del director de orquesta James Rodríguez, quien se transformó en el pivot de su equipo, distribuyendo el juego, dando pases largos, demostrando que iban a buscar el empate.

No hay que olvidar que, en los primeros minutos Rodríguez del encuentro hizo rebotar un tiro libre en el travesaño. Además, comandó la mayoría de los ataques de su equipo, tomó riesgos, marcó el camino hasta que llegó el empate. Previamente tuvo algunas situaciones claras y un gol anulado. Durante el primer tiempo, la Canarinha pidió la revisión de una jugada a través del VAR, debido a una infracción de Muñoz sobre Vinicius en el área. El resultado fue a favor de los colombianos.

El segundo tiempo mostró a un Colombia seguro, dominador de las acciones, con mucha ambición y ansias de gol controlando el juego y con dominio sobre el campo rival.

Mientras que, los brasileños parecían desconcertados y sin sorpresa que ofrecer.

Colombia bien pudo ser justo ganador. Pero, porque el futbol se rige por lo que indica el marcador y solo por eso, Brasil puede decir que no perdieron.

Fuente: olé; tyc