En los últimos 20 años tres coronavirus han provocado crisis sanitarias a nivel global.
La humanidad se ha cruzado con otros coronavirus.
De hecho, el SARS-CoV-2 no es el primer coronavirus que surge de la nada y se convierte en una amenaza sanitaria para los seres humanos. Es el tercero en tan solo 20 años.
Debido a ello, con la mirada puesta en el largo plazo, parece evidente que no solo necesitamos formas de superar esta pandemia, sino explorar mecanismos que nos ayuden a protegernos de forma más amplia frente a ellos.
¿Cómo lo lograríamos?
Hay una buena noticia, y es que tenemos una herramienta que, sobre el papel, podría ayudarnos a conseguirlo: las vacunas de ARNm. Y es que, como decíamos hace meses, si esta tecnología tenía éxito, estábamos a punto de vivir toda una revolución médica. Un nuevo estudio publicado en ‘Science’ apunta a que esa revolución está más cerca que nunca.
Una vacuna para vencerlos a todos
Durante el último año hemos visto varios proyectos que apuntan a ello. Para abordar el problema, un equipo de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hil ha diseñado vacunas basadas en quimeras víricas; es decir, en coronavirus cuyas proteínas de pico están compuestas por módulos de un amplio conjunto de virus epidémicos.
La idea era extraer una especie de mínimo común múltiplo que permitiera proveer una inmunidad aceptable para el conjunto de los sarbecovirus (los coronavirus parecidos al SARS-CoV-2).
¿Qué se ha hecho?
Sucede que, utilizando la misma tecnología que está detrás de los inyectables de Pfizer o Moderna, los investigadores inmunizaron a ratones vulnerables de edad avanzada y, posteriormente, los expusieron a virus como el SARS-CoV-1, el SARS-CoV-2 y otros virus zoonóticos con potencial pandémico. Los resultados muestran que el enfoque resulta exitoso y las vacunas parecen proteger a los ratones.
Por supuesto, esto no quiere decir que la batalla ya esta ganada
Todavía queda mucho trabajo por delante, de eso no hay duda. Pero, los caminos que nos abren las nuevas tecnologías de ARNm son realmente prometedores.
Estamos ante una prueba de concepto clave para avanzar por este sendero. Que el futuro se está volviendo un lugar realmente emocionante ya lo intuíamos; lo que no sabíamos era que el futuro estaba a la vuelta de la esquina. /xataka