La situación de emergencia fue declarada luego de que en salitas de primeros auxilios murieran al menos 38 personas por falta de camas de terapia intensiva, incluido un niño de 3 años.
Se suspendieron los partidos, inclusive sin público, del campeonato paulista de fútbol, todos los cultos religiosos, el funcionamiento de oficinas y los comercios, además de las clases, aunque se mantendrán abierta las escuelas para apoyo y comedores.
«Hay riesgo real de colapso y no tenemos una coordinación nacional de la pandemia», afirmó Doria, al anunciar con su Gabinete la más severa restricción de circulación de personas en el estado con 46 millones de personas y que genera un tercio de la riqueza de Brasil.
Hay 9.000 internados en terapia intensiva y casi la mitad son menores de 50 años, en el marco de la devastadora cepa del coronavirus detectada en el Amazonas, que convirtió a Brasil en el país con más muertes en el mundo en los últimos siete días.
La ocupación de camas de terapia intensiva llegó al 100% en los mayores hospitales de San Pablo y en total el estado tiene una ocupación hospitalaria del 87% cuando el 17 de febrero era del 66%¨.
La segunda ola con la variante de Manaos puso en colapso a los tres estados del sur -Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná- y ahora San Pablo se encuentra al borde de no tener capacidad para atender a todos.
«Es la mayor crisis sanitaria de la historia, peor que la gripe española de 1918, peor que todo lo conocido, la red publica y privada nunca estuvieron tan equipadas pero ahora están siendo presionadas», dijo a medios locales el secretario de salud paulista, Jean Gorinchteyn,
El funcionario pidió usar barbijo y evitar aglomeraciones, unas medidas que fueron desalentadas por el Gobierno nacional del presidente Jair Bolsonaro.
El objetivo es retirar el movimiento de 4 millones de personas y se cambiará el horario de ingreso de los trabajadores por sector, entre las 7 y las 10 de la mañana para evitar subtes y colectivos colapsados.
«Si esto no se cumple, con toque de queda y mucho coraje para fiscalizar, no habrá camas para nadie. Ni los hospitales privados con el mejor seguro médico privado no tendrán camas», opinó Joao Gabbardo, ex viceministro de Salud y coordinador del comité paulista de Covid-19 de San Pablo.
Brasil llegó a los 270.656 muertos desde el inicio de la pandemia y batió el récord en un día el miércoles con 2286. San Pablo superó los 60.000 muertos y tuvo 469 en un día.
Fuente: Ámbito