Qué hábitos de vida hay que modificar para lograr una salud plena.

Cuando un profesional de la medicina nos dice que tenemos el hígado graso nos surgen muchas pregunta y tal vez, hasta nos asustemos.

La médica gastroenteróloga del Hospital Eva Perón, Liliana Salas Paz, habló sobre la enfermedad que produce el exceso de grasa en las células del hígado y que presenta una amplia variedad de estadios.

Sobre cómo arribar al diagnóstico, la profesional comentó: “Generalmente los pacientes se hacen una ecografía por alguna otra afección o porque el médico clínico solicitó el estudio ante algún malestar y a través de ese informe se anotician de que tienen hígado graso”.

Por lo general, la afección no presenta síntomas, ni signos demasiado característicos, por lo cual el diagnóstico suele obtenerse a raíz de chequeos generales clínicos por medio de imagenología.

“El hígado graso en sí no es una enfermedad grave, ni debe preocupar al paciente, lo que debe hacer el paciente cuando el ecografista informa que tiene esta afección es consultar con un especialista para estudiar sus causas, ya que no es una enfermedad propia del hígado, sino que suele responder a otras afecciones del organismo”, indicó.

También, destacó la importancia de la consulta especializada para distinguir entre orígenes en enfermedades propias del hígado como hepatitis virales o autoinmunes y enfermedades como diabetes, hipertensión arterial, exceso de colesterol y triglicéridos, celiaquía, hipotiroidismo y en un gran porcentaje la obesidad.

Cuando consideró las medidas que se pueden tomar para prevenir o revertir el hígado graso, la profesional exhortó a cambiar el estilo de vida hacia uno saludable: “El paciente debe primero acudir al especialista para que este analice y descarte causas y además, una vez descartado el origen en enfermedades propias del hígado, debe controlar otras enfermedades o factores predisponentes que generan la acumulación de grasas en las células del hígado”.