El análisis para cada región y los consejos en materia económica junto con las previsibilidades para lo que resta del año y los próximos tres años.
“El crecimiento mundial se mantendrá estable en un 2,6 % durante el año 2024, antes de aumentar poco a poco hasta alcanzar un promedio de 2,7 % en el período de 2025-26”, es lo que prevé el Banco Mundial en su informe del mes de junio sobre la economía mundial.
También, explica lo que significa esto en comparación con períodos anteriores, cuando dice: “Esta cifra es muy inferior al promedio del 3,1 % de la década anterior a la COVID-19. La previsión implica que, en el transcurso del período de 2024-26, los países que representan en conjunto más del 80 % de la población mundial y del PIB mundial seguirán creciendo a un ritmo más lento que durante la década anterior a la COVID-19”.
¿Qué se puede esperar y cuáles son las perspectivas para cada región?
El desarrollo de la economía mundial no será igual para todos
El organismo internacional considera: “En general, se prevé que las economías en desarrollo aumentarán en promedio un 4 % durante el período de 2024-25, un poco menos que en 2023. Se prevé que el crecimiento en las economías de ingresos bajos se acelere hasta el 5 % en 2024, en comparación con el 3,8 % de 2023”.
No obstante, no será para todos, ni constantemente la evolución económica, ya que, “en las previsiones de crecimiento para el año 2024, se observa un descenso de tres de cada cuatro economías de ingresos bajos desde enero”.
Por otra parte, se estima que para “las economías avanzadas, el crecimiento se mantendrá estable en el 1,5 % durante 2024, antes de aumentar al 1,7 % en 2025”.
“Cuatro años después de las conmociones causadas por la pandemia, los conflictos, la inflación y la restricción monetaria, parecería que el crecimiento económico mundial se estaría estabilizando”, dijo Indermit Gill, economista en jefe y vicepresidente sénior del Banco Mundial.
“Sin embargo, el crecimiento se sitúa en niveles más bajos que antes del año 2020. Las perspectivas para las economías más pobres del mundo son aún más preocupantes. Tienen que afrontar niveles muy elevados de servicio de la deuda, posibilidades comerciales limitadas y fenómenos climáticos costosos”, dice el economista Gill .
También considera que, las “economías en desarrollo deberán buscar la manera de fomentar la inversión privada, reducir la deuda pública y mejorar la educación, la salud y la infraestructura básica. Las más pobres, en especial los 75 países elegibles para recibir asistencia en condiciones concesionarias por parte de la Asociación Internacional de Fomento, no podrán hacerlo sin la ayuda internacional”.
Esto es lo que se ha pregonado dentro de Argentina por la actual conducción. Ahora, queda por ver si la receta económica es efectiva o no.
Economías de ingresos bajos, en desarrollo y avanzadas
La entidad internacional considera que en 2024 “una de cada cuatro economías en desarrollo continuará siendo más pobre de lo que era en vísperas de la pandemia en 2019. Esta proporción se duplica en los países que se encuentran en situaciones de fragilidad y conflicto”. Esto, obviamente no es un pronóstico muy halagüeño, pero permite a las economías afectadas ir previendo qué pueden hacer y como enfrentar los momentos duros que vienen, ya sea, para ir solucionando los problemas o considerando cómo implementar medidas que hagan mas llevadero el impacto social que tendrá la situación económica imperante.
Es cierto que, también, hay pronósticos positivos. Por ejemplo, se considera que “la diferencia en los ingresos entre las economías en desarrollo y las avanzadas aumentará en alrededor de la mitad de las economías en desarrollo durante el período de 2020-24, la proporción más alta desde la década de 1990”.
Ante esto algunos dirían que, los que más tienen ganarán más y así la brecha entre ricos y pobres crecerá más. Pero, hay que recordar que cuando un vecino invierte dinero en mejorar y embellecer su casa o tal vez en la creación de un supermercado nuevo en la zona, le está dando un valor agregado al barrio en el cual nosotros también vivimos y eso logra que nuestra vivienda aumente su cotización.
El análisis del BM explica que, “los ingresos per cápita en estas economías (un indicador importante de los niveles de vida) aumentarán un promedio del 3 % hasta 2026, muy por debajo del promedio del 3,8 % de la década anterior a la COVID-19”.
Mientras que, se estima que, la inflación mundial se mantenga dentro del “3,5 % en 2024 y el 2,9 % en 2025”, aunque se piensa que, “el ritmo de descenso es más lento de lo previsto hace tan solo 6 meses”.
El consejo a los bancos centrales es que, “adopten una actitud prudente con respecto a la reducción de la tasa de política monetaria”. Aunque, puede ocurrir que, “las tasas de interés mundiales permanezcan en niveles elevados en comparación con las últimas décadas, con un promedio de alrededor del 4 % durante el período de 2025-26, aproximadamente el doble del promedio del período de 2000-19”.
“Aunque los precios de los alimentos y la energía se han moderado en todo el mundo, la inflación básica continúa siendo relativamente alta y podría mantenerse así”, dijo Ayhan Kose, economista en jefe adjunto y director del Grupo de Perspectivas del Banco Mundial.
“Esta situación podría impulsar a los bancos centrales de las principales economías avanzadas a retrasar las reducciones de las tasas de interés. En un entorno de tasas ‘más altas durante más tiempo’, las condiciones financieras mundiales serían más estrictas y el crecimiento, mucho más débil en las economías en desarrollo”, expresó Kose.
En síntesis, los resultados que cada nación obtenga dependerán de las decisiones que sus gobiernos tomen según su propia condición actual. No hay ningún secreto, cuando en una familia los ingresos de su cabeza o del matrimonio no alcanzan para cubrir las deudas, hay pocas opciones, o se deja de hacer ciertos gastos no urgentes y se aumentan las horas de trabajo o se invierte (si se puede) en algún negocio que sea rentable para que haya un poco más de dinero para pagar deudas. Todo esto hasta que, las finanzas familiares empiecen a ver la luz de la estabilidad. Así es también, dentro de la economía de un país.