El papa Francisco pidió este domingo que se organicen corredores humanitarios para ayudar a toda la población de la Franja de Gaza y renovó su llamamiento para la liberación de los rehenes israelíes en manos del grupo terrorista Hamas, durante el rezo del ángelus en la plaza de San Pedro.

En su nuevo llamamiento, el Papa volvió a pedir “encarecidamente que los niños, los enfermos, los ancianos, las mujeres y todos los civiles no sean víctimas del conflicto” y que se garantice el “derecho humanitario” sobre todo a Gaza. Francisco instó “a que no se derrames más sangre inocente ni en Tierra Santa, ni en Ucrania, ni en ningún otro lugar” y subrayó que “las guerras son siempre una derrota”.

“Sigo con gran dolor lo que sucede en Israel y Palestina y pienso sobre todo en los tantos pequeños y ancianos. Renuevo el llamamiento por la liberación de los rehenes y pido encarecidamente que los niños , los enfermos, los ancianos, las mujeres y los civiles no sean víctimas del conflicto”, dijo Francisco asomado a la ventana del palacio apostólico para el rezo del ángelus.

Y añadió: “Hay que respetar el derecho humanitario y sobre todo en Gaza todo en casa donde es urgente y necesario garantizar corredores humanitarios para ayudar a toda la población”.

Lamentó que ya han muerto tantísimas personas y entonces urgió a que no “se derrame más sangre inocente, ni en Tierra santa, ni en Ucrania, ni en ningún otro lugar. Basta, las guerras son siempre una derrota, siempre”.

“La oración y la fuerza tranquila es santa y es lo que hay que ofrecer a la fuerza diabólica, del odio, del terrorismo y la guerra”, añadió.

También invitó a todos los creyentes a unirse a la Iglesia en Tierra Santa para dedicar el próximo martes 17 de octubre una jornada de oración y el ayuno.

Tras el letal ataque de Hamas el 7 de octubre, Israel decretó el estado de sitio “total” en la Franja de Gaza, ya bajo bloqueo desde hace 16 años, para que no entrara comida, agua ni electricidad en este exiguo territorio donde se hacinan 2,4 millones de habitantes.

Unas 1.300 personas murieron en la inesperada embestida terrorista, mientras que las autoridades de Gaza dijeron que habían muerto más de 2.300 personas, una cuarta parte de ellas niños, y casi 10.000 resultaron heridas, mientras Israel responde con intensos bombardeos a la agresión.

Francisco también pidió que se respeten los monasterios y lugares religiosos de la región de Nagorno-Karabaj, cuyo control recuperó Azerbaiyán el mes pasado con una operación militar de 24 horas que provocó el éxodo a Armenia de la mayoría de los 120.000 armenios étnicos del territorio.

Fuente. Infobae