De la mano de Carlos Tévez, y ante Vélez, Independiente se impuso. El partido se definió sobre el final.

Un ordenado Independiente dio cuenta de Vélez Sarsfield en el estadio Libertadores de América, venciéndolo por 2 a1. El “rojo” arrancó motivado y con pasajes de muy buen futbol.

En un partido, al principio, entretenido con ambos equipos dispuestos a atacar a su contrincante, se pudo apreciar el remontar del equipo de Avellaneda que, fue afianzándose en el campo de juego.

Ordenado en todas sus líneas, aunque no tan preciso en defensa, cono en el ataque, el “rojo” guiado por la sabiduría y velocidad de Mancuello se mostró tranquilo, preciso, sereno y empezó a acercarse a la valla velezana.

Casi todo el partido lució un toque corto y acertado, con el cual fue avanzando  y llevando al su rival contra su arco.

Las oportunidades no tardaron en llegar y si de la justicia se nutriera el futbol, Independiente mereció retirarse a los vestuarios, luego de los primeros 45’ con una ventaja, por lo menos de un gol.

En el segundo tiempo a los 7’ una jugada por la izquierda … le cedió el balón a Giménez, quien amagó rematar y descolocó a un defensor para luego de abrirse a la izquierda remato con derecha colocando la pelota a la izquierda del arquero, quien nada pudo hacer para impedir la caída de su valla.

Independiente se animó y llevó más peligro a los velezanos que no le encontraban la vuelta al partido. Con toques , a veces cortos y otra mas largos jugo durante gran parte del partido en campo de Vélez.

Y, el rojo se quedó, lo que permitió a Vélez reponerse y llegar mediante centros cruzados que complicaron a la defensa del local, que empezó a sentir su descuido.