Diferentes grados y síntomas. Las recomendaciones de un traumatólogo.
Puede que muchas veces en nuestra vida hayamos tenido por una acción exagerada y desmedida de nuestro cuerpo algún dolor intenso en la zona articular, ya sea de la mano, el tobillo o la rodilla. Cuando asistimos a la consulta necesaria con un profesional de la salud, el diagnostico fue: esguince.
Inmediatamente preguntamos: ¿Qué es un esguince?
El esguince y sus grados
“El esguince es la distensión del ligamento, el cual es un estabilizador pasivo en una articulación, y ocurre cuando en algún movimiento va más allá de los rangos permitidos. Como consecuencia se distiende en exceso y puede llegar a lesionarse”, explica el referente del área de Traumatología de la dirección de Rehabilitación del PRIS y kinesiólogo del hospital Padilla, Ignacio Arbeloa Viaña.
Si bien es una lesión muy común, marca que se clasifican en diferentes grados:
- Es sólo la distensión sin roturas,
- Cuando hay una ruptura parcial de la fibra del ligamento.
- Cuando hay una ruptura total, una de las lesiones más graves en la articulación ya que la misma queda muy inestable.
¿Cómo se determina y evalúa la gravedad del daño recibido?
Síntomas, diagnóstico y tratamiento
El profesional dice que es necesaria una evaluación clínica y diagnóstico por imágenes para determinar el grado de esguince que existe. Esto puede ocurrir en cualquier lugar del cuerpo, en la mano, en la muñeca, el codo, el hombro. Entre los más conocidos están los esguinces de tobillo, rodilla, muñeca y codo.
Con relación al tratamiento, el especialista agrega: “Hay determinadas lesiones de algunos ligamentos que se actúa sólo en la sintomatología y no se llega a grados quirúrgicos, como en la ruptura del ligamento lateral de la rodilla, otros ligamentos o dado la inestabilidad articular que pueda llegar a provocar, si debe tener resolución quirúrgica y/o rehabilitación”.
En cuanto a las características del dolor, lo describe como bastante intenso, un dolor quemante e incluso de tipo punzante que deja la imposibilidad de movilizar la articulación.
La recomendación es la inmediata consulta con el traumatólogo para su evaluación clínica, quien indicará si es necesario recurrir al diagnóstico por imágenes y de acuerdo a ello, la indicación médica será un tratamiento que incluya reposo, inmovilización, hielo y antiinflamatorios.
Ya en ese contexto, se puede indicar rehabilitación, donde se hace el tratamiento desde la aparatología y de la movilización de la parte kinesiológica para restablecer el movimiento adecuado y prevenir posibles nuevas lesiones.