“Terminemos con la farsa”, dice un economista argentino que está en desacuerdo con la emisión monetaria actual.
“¿Hasta qué número deberá llegar la inflación para que aprendamos la lección? La emisión monetaria muestra sus resultados negativos”, eso expresa el economista Iván Cachanosky de la Fundación Libertad y Progreso en su columna de El cronista.
Luego de citar los datos del INDEC sobre la inflación de abril y su efecto en el nivel de precios del 4,1%, comenta que, “la inflación acumulada del año es 17,6%, pero un astronómico 46,3% en términos interanuales”. Explica que el gobierno de Alberto Fernández lucha contra el nivel de los números de la inflación y agrega que “hace cinco meses que no logra que se ubique por debajo del 3,5%. Para peor, todos estos números se obtienen con tarifas pisadas, precios cuidados, etc.”
Comenta que, “existe un alto nivel de inflación reprimida que eventualmente llegará tarde o temprano. No es un dato menor que la inflación núcleo haya sido del 4,6% mensual.”
Es su concepto, como el de otros economistas, que la situación inflacionaria es poco promisoria para lo que resta del 2021, y se aleja cada vez más del anhelado 29% planteado en el presupuesto.
“La inflación promedio mensual de los últimos seis meses es del 4%, lo que equivale a casi un 60% en términos anualizados”, dice Cachanosky.
Vaticina que, “hacia finales de año, la inflación estará más cerca del 45% que del 29%.” Y agrega: “Para que pueda cumplirse la meta del presupuesto, la inflación mensual de aquí en adelante debería ser del 1,2% todos los meses, lo que obviamente no va a suceder.”
¿Dónde considera que está el verdadero problema?
Dice: “Lo peor de todo es que el gobierno continúa intentando negar la realidad, echa la culpa del avance en el nivel de precios a empresarios y vuelve, una vez más a ignorar que la inflación es un fenómeno monetario. Si la culpa fuera realmente de los empresarios, ¿Será posible que el gobierno crea que en la década de los 90 los empresarios tenían consciencia y de golpe se corrompieron? ¿O que los empresarios de la región son más responsables que los de Argentina? No pareciera ser la explicación más lógica.”
El economista dice que es tiempo de que, “el gobierno arranque mirando puertas para adentro. En este marco, el comportamiento de la emisión monetaria del BCRA puede darnos una pista.”
A partir de ahí destaca:
“Durante el segundo y tercer trimestre del año pasado, Argentina incrementó la base monetaria en aproximadamente 60% y 70% respectivamente. Es cierto que transcurrimos una pandemia, pero también es cierto que existió una cuarentena innecesariamente prolongada y que Argentina, al estar fuera de los mercados internacionales, no le quedó otra que recurrir a la emisión monetaria por sus desequilibrios estructurales, que arrastra hace décadas.”
Pasa luego a explicar, algo que todos sabemos, y es que desde el inicio de la cuarentena de marzo 2020, aumentó la demanda de dinero como en el resto del mundo. Pero, lo que hizo Argentina fue tratar de revertir la situación mediante emisión monetaria. Y los resultados se ven ahora.
La emisión de dinero genera Inflación.
Entonces llama la atención al hecho de que “Argentina se encuentra dentro de los 10 países con la inflación más alta del mundo”, por lo que, alguna responsabilidad se le debe atribuir al gobierno.
“Argentina se encuentra dentro de los 10 países con la inflación más alta del mundo, por lo que, algo mal evidentemente estamos haciendo. A nivel regional la diferencia también es abismal. La inflación anual de Uruguay es alrededor de 8%, Brasil de 6% y el resto de la región se ubica por debajo del 5%, mientras que en Argentina obtuvimos el ya mencionado 46,3%”, dice Iván Cachanosky
La pregunta necesaria, que podemos hacernos es: ¿Cómo se encuentra la Argentina en materia inflacionaria con respecto a los países de la región? “La inflación anual de Uruguay es alrededor de 8%, Brasil de 6% y el resto de la región se ubica por debajo del 5%, mientras que en Argentina obtuvimos el ya mencionado 46,3%” explica el economista.
Entonces usa su frase más punzante y destacable:
“Terminemos con la farsa: la emisión monetaria sí genera inflación.”
Explica que hay un parámetro que nos permite visualizar dónde estamos parados al decir:
“Incluso la evidencia comienza a verse en los países desarrollados. En Estados Unidos, la inflación se disparó hasta el 4,2% anual en abril. ¿Esto ocurrió porque de golpe los empresarios dejaron de tener conciencia social o empatía? No, ocurrió porque se realizaron mega paquetes monetarios y fiscales y la inyección de la liquidez fue enorme.
Pero claro, hay diferencias en las economías y sus estructuras. Por eso el efecto “en Estados Unidos es mucho menor porque la demanda de su moneda es alta y, por lo tanto, cuenta con una espalda mucho mayor. En otras palabras, el mundo demanda dólares.”
¿Por qué imprimir dinero genera inflación?
Pero para la Argentina, el resultado es diferente porque “huimos de nuestra moneda. No es que en Argentina haya un amor al dólar, sino que hay un pánico al peso” y, dice que “cual reflejo Pavlov, el argentino buscar resguardarse en una moneda más sana”. Es decir, aquí está la razón de por qué en nuestro país se compra tantos dólares.