Detección a partir biopsias a partir de una simple punción del nódulo por profesionales capacitados.
La responsable de la Unidad de Patología Glandular del hospital Dr. Ángel C. Padilla, Mariela del Valle Luna, explicó cómo advertir esta patología y cuándo consultar a un especialista para llevar a cabo un tratamiento a tiempo.
“La glándula tiroides tiene forma de mariposa, se encuentra por delante de la laringe, a la altura de la nuez de adán y en su estructura tiene dos lóbulos y un istmo. En cualquiera de esas tres partes puede alojarse un nódulo tiroideo y cuando enferma la glándula puede hacerlo sólo de forma morfológica, sin alterar la función”, dice la doctora Mariela Luna.
En su explicación, la experta aseguró que en esta zona generalmente se presentan enfermedades benignas, aunque también pueden hacerlo malignas como el carcinoma tiroideo. “Esto se da cuando aparece una deformidad en el cuello, cuando al mirarse en el espejo la persona advierte un bulto o una apariencia diferente del cuello a lo habitual. Además, también se puede percibir si el paciente pasa la mano por la zona y toca alguna rareza de consistencia y características diferentes en la zona”.
Y continuó: “A partir de esta situación, es oportuno que la persona realice una consulta a un especialista. Es mejor preguntar a tiempo que esperar; el diagnóstico se realiza de manera sencilla, y pueden hacerlo en diferentes hospitales de la provincia”.
Especialmente en el hospital Padilla, hay un equipo de profesionales capacitados, quienes realizan biopsias a partir de una simple punción del nódulo, mediante la cual se puede llegar a la conclusión de si ese nódulo tiene células de las cuales preocuparse y que requieren de un control y seguimiento diferente.
Adicionalmente, la profesional advirtió que existen otros síntomas menos frecuentes como infecciones de las vías aéreas altas, en el oído o la garganta, que pueden generar dolor y fiebre por estar comprometida la glándula tiroides, y ser un punto de alerta para consultar.
“El especialista observará, palpará la zona, solicitará una ecografía de cuello y de la glándula tiroides para tener la información necesaria”, puntualizó.
Dentro de un marco práctico, manifestó que, muchas veces, de manera casual, mediante un chequeo de rutina, un profesional endocrinólogo pide estudios de control y puede encontrarse con un hallazgo que requiera de una derivación a un especialista para realizar un tratamiento adecuado.
En su conclusión, la doctora Luna comentó que, si bien esta patología se da más en mujeres, sí pueden aparecer nódulos en hombres, a quienes hay que estudiar en profundidad, ya que el género mismo constituye un factor de riesgo para que este albergue alguna célula potencialmente maligna.