Será el trabajo o las vacaciones. Cuál felicidad escoger: hedónica, eudaimónica o experiencial.

Desde tiempos lejanos la sociedad debate entre que es lo mejor para los individuos, trabajar mucho o descansar y estar mucho tiempo de vacaciones.  Unos sugieren una cosa y otros otra. Pero, pareciera ser que lo que fue la solución para algunos no lo fue otros tantos. Por ello, hay cierta te4nsión, la cual se ha visto exacerbada por causa de la pandemia.

Envista de esto, los trabajadores se preocupan cada vez más por la naturaleza de su trabajo, su significado y propósito, y cómo estos afectan su calidad de vida.

La escritora académica Lis Ku, profesora de Psicología, de la Universidad de Montfort (Leicester, Inglaterra) dice en su artículo para el medio de corte académico The Conversation que hay estudios que, “sugieren que la gente se está yendo o planea dejar a sus empleadores en números récord en 2021, una ‘gran resignación’ que parece haber sido precipitada por estas reflexiones”.

Esto deja lugar para contestarnos a qué actitud adheriré.

La autora dice que muchos adhieren a la idea, “si no tuviéramos que trabajar, o si pudiéramos trabajar muchas menos horas, seríamos más felices y viviríamos una vida de experiencias hedónicas en todas sus formas saludables y no saludables”.

No obstante, esta actitud no explica por qué algunos jubilados eligen trabajos independientes y algunos ganadores de la lotería vuelven directamente al trabajo.

¿Es posible lograr el equilibrio perfecto entre el trabajo y la vida personal?

Contestar esto no depende solamente de tener claro sobre cuándo, dónde y cómo trabajamos. Implica comprender por qué trabajamos. Y eso nos conduce a comprender cuales son las fuentes de felicidad o al menos, las que lo son para nosotros.

Algo considerado válido es tratar de encontrar un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida. “El trabajo está relacionado de forma constante y positiva con nuestro bienestar y constituye una gran parte de nuestra identidad. Pregúntese quién es y muy pronto recurrirá a describir lo que hace en el trabajo”, dice Lis Ku.

Y agrega que “nuestros trabajos pueden proporcionarnos un sentido de competencia que contribuye al bienestar. Los investigadores han demostrado no solo que el trabajo conduce a la validación, sino que, cuando estos sentimientos se ven amenazados, nos sentimos particularmente atraídos por actividades que requieren esfuerzo, a menudo alguna forma de trabajo, porque demuestran nuestra capacidad para dar forma a nuestro entorno, lo que confirma nuestra identidad como individuos competentes”.

Eso explicaría por qué, el trabajo incluso parece hacernos más felices en circunstancias en las que preferimos optar por el ocio.

Lo que indican los ensayos

Entonces, ella explica que se hicieron “una serie de experimentos inteligentes en los que los participantes tenían la opción de estar inactivos (esperando en una habitación durante 15 minutos para que comenzara un experimento) o estar ocupados (caminando durante 15 minutos hasta otro lugar para participar en un experimento)”

¿Cómo reaccionaron los participantes?

“Muy pocos participantes eligieron estar ocupados, a menos que se vieran obligados a hacer la caminata o se les diera una razón para hacerlo (que les dijeran que había chocolate en el otro lugar)”.

¿Qué demuestran los resultados?

En concreto, “los investigadores encontraron que aquellos que habían pasado 15 minutos caminando terminaron significativamente más felices que aquellos que habían pasado 15 minutos esperando, sin importar si habían tenido una opción, un chocolate o ninguna de las dos”

La investigación demostró que, “el ajetreo contribuye a la felicidad incluso cuando cree que preferiría estar inactivo”. Un ejemplo de ellos son los animales, los cuales “parecen captar esto instintivamente: en los experimentos, la mayoría prefiere trabajar por comida que obtenerla gratis”.

Felicidad eudaimónica Vs. Felicidad hedónica

Muchos afirman que, trabajar, o esforzarse en las tareas, contribuye a nuestro bienestar general. Esta idea está conectada con lo que se llama felicidad eudaimónica. ¿Qué significa este concepto psicológico?

“Este es el tipo de felicidad que obtenemos del funcionamiento óptimo y la realización de nuestro potencial. Las investigaciones han demostrado que el trabajo y el esfuerzo son fundamentales para la felicidad eudaimónica, lo que explica la satisfacción y el orgullo que siente al completar una tarea agotadora” dice el citado artículo.

Felicidad_Cuando nos cuesta entender qué nos da más satisfacción
Por qué algunos eligen trabajar y otros se sienten felices al tomar vacaciones.

En la relación trabajo-vida hay otra posibilidad. Esto es la felicidad hedónica, que se define como “la presencia de sentimientos positivos como la alegría y la relativa escasez de sentimientos negativos como la tristeza o la ira. Sabemos que la felicidad hedónica ofrece beneficios empíricos para la salud física y mental, y que el ocio es una excelente manera de perseguir la felicidad hedónica”.

No obstante, pareciera ser que, cuando estamos de vacaciones o con unos días de licencia médica, inconscientemente regresamos al ajetreo diario como si lo necesitáramos. ¿Le ha pasado alguna vez?

“Un estudio reciente ha sugerido que realmente existe demasiado tiempo libre, y que nuestro bienestar subjetivo comienza a disminuir si disponemos de más de cinco horas al día. Pasar unos días sin esfuerzo en la playa no parece ser la clave para la felicidad a largo plazo”, nos comenta la profesora Lis Ku.

Tal vez estemos ante la explicación de, por qué algunas personas prefieren hacer ciertos esfuerzos o actividades estresantes durante su tiempo libre.

“Los investigadores han comparado esto con la compilación de un CV experiencial, probando experiencias únicas, pero potencialmente desagradables o incluso dolorosas; en los extremos, esto podría ser pasar una noche en un hotel de hielo o unirse a una carrera de resistencia en el desierto. Las personas que participan en estas formas de ‘ocio’ suelen hablar de cumplir metas personales, progresar y acumular logros, todas características de la felicidad eudaimónica, no del hedonismo que asociamos con el ocio”.

¿Es posible el verdadero equilibrio?

Contestar esta pregunta nos conduce a otro concepto psicológico interesante.

Este nuevo concepto en el campo de los estudios del bienestar explica que, “una felicidad experiencial rica y diversa es el tercer componente de una ‘buena vida’, además de la felicidad hedónica y eudaimónica”.

En investigaciones recientes realizadas en nueve países, con decenas de miles de participantes se descubrió que, “la mayoría de las personas (más del 50% en cada país) seguirían prefiriendo una vida feliz caracterizada por la felicidad hedónica. Pero alrededor de una cuarta parte prefiere una vida significativa encarnada por la felicidad eudaimónica, y una cantidad pequeña pero significativa de personas (alrededor del 10-15% en cada país) opta por llevar una vida experiencial rica y diversa”.

Una vez más, podemos observar que no hay soluciones mágicas, ni conductas estereotipadas, que marquen el camino a seguir como una norma general para los seres humanos. Esto explica por qué, en las ciencias sociales se considera al ser humano, justamente como eso, un ser social, con características disímiles y variadas, impregnado de su propia subjetividad.

Considerados estos diferentes enfoques de la vida, tal vez, lo razonable para un bienestar duradero sea considerar qué estilo de vida se adapta mejor cada individuo: hedónico, eudaimónico o experiencial. En lugar de poner el trabajo en contra de la vida personal, para lograr el verdadero equilibrio en el actual contexto, es necesario elegir entre estas tres fuentes de felicidad.