El 22 de mayo de este año, el Banco Central (BCRA) puso en circulación los billetes de $2.000.

Es el papel monetario de mayor denominación en la actualidad y salió para atender un insistente pedido de los bancos, que alegaban problemas de logística y desgaste de los cajeros, pero varios usuarios se quejan de las dificultades para operar con ellos.

¿A qué se debe?

Lo cierto es que los billetes que tienen la imagen de Cecilia Grierson y Ramón Carrillo llevan ya casi cuatro meses en la calle y, previo a su salida, tal como se hace en todos los casos, se probaron en cajeros automáticos y máquinas de conteo.

Y, si bien fuentes del Banco Central (BCRA) aseguraron que “los billetes funcionan perfecto en los cajeros”, la experiencia de los usuarios indica que muchas sucursales no aceptan en las terminales automáticas depósitos con estos papeles y tampoco los entregan a la hora de retirar dinero.

Billete de $2.000: un problema de los bancos

Esto se debe, según estiman en el Central, a que “puede haber algún cajero automático de alguna entidad que aún no se actualizó”, pero aseguran que se trata de casos puntuales, no de algo general.

Sin embargo, una fuente cercana a las entidades reconoce que «la mayoría de los bancos no terminó aún de adaptar sus cajeros». De hecho, en muchos casos, los entregan por caja porque no los pueden poner en las terminales de autoservicio por falta de preparación técnica, lo que genera sorpresa y enojo en los clientes.

Lo cierto es que llama la atención el hecho de que los bancos, que permanentemente piden billetes de mayor denominación, e incluso se quejan de que el nuevo quedó chico y reclaman los de $5.000 y hasta $10.000, estén demorando más de cuatro meses en actualizar la calibración de sus cajeros para que puedan procesar el de $2.000.

«Cuando hay un billete nuevo, hay que mandarlo al exterior, hacer la actualización del software, te lo envían y tenemos que cargarlo en todos los cajeros, sobre todo aquellos bancos que tenemos terminales más modernas», explica una fuente.

Según sus cálculos, toma de tres a cuatro meses. De hecho, desde una entidad bancaria, revelan a este medio que «casi el 50% de nuestros ATM dan el billete de $2000» por ahora. Asimismo, cuentan que para poder recibirlos están esperando que el proveedor de las terminales y el operador de la red los homologue y anticipan que «seguramente será en octubre».

Otra voz del sector bancario confirma que «no es un proceso fácil el de adaptación de terminales» y señala, por otro lado, que no hay tampoco muchos billetes de $2.000 en circulación.

En Argentina, hay en circulación, al día de hoy, unos 8.549 millones de billetes, de los cuales 3.997 millones son de $1.000, 117,4 millones valen $2.000, 1.309 millones son de $500, 430 millones son de $200 y 1.579, de $100.

Un billete muy esperado

Recordemos que la salida del billete de $2.000 fue anunciada en febrero de este año por el Central y estaba prevista para el segundo semestre del año, pero se adelantó para el 22. Sin embargo, una semana antes, las entidades ya lo tenían en su poder para comenzar a aplicar los ajustes pertinentes.

Sucede que es necesario que cada sucursal configure los cajeros automáticos para que reconozcan los nuevos ejemplares que van saliendo (en este caso, los nuevos de $2.000).

Si bien es un procedimiento complejo, es necesario para que las terminales puedan operar y ese proceso de adaptación parece avanzar más lento de lo esperado en algunos bancos hasta el momento, pero lo cierto es que, en la mayoría de los cajeros, el billete de $2.000 ya funciona con normalidad, como todos los demás que hay hoy en circulación.

FUENTE: Ámbito.com