Con el apoyo del partido Yamina, la Lista Unida y del islamista Raam, estos últimos, partidos árabes, el centrista Yair Lapid lograría una coalición con 61 escaños que saquen del camino a Benjamín Netanyahu.

El nacionalista Neftalí Bennett, cuyo partido Yamina es clave para definir la formación de Gobierno en Israel. Anunció hoy su apoyo para establecer un Poder Ejecutivo con el bloque opositor que lidera el centrista Yair Lapid, facilitando el camino para una coalición que saque del poder a Benjamín Netanyahu.

«En este momento decisivo, debemos asumir responsabilidades. Pretendo hacer todo lo que está en mi poder para formar un Gobierno de unidad nacional con mi amigo Yair Lapid», anunció en una aparición pública Bennett.

Luego de que Israel fuera a cuatro comicios en solo dos años, en medio de un largo bloqueo político y con el primer ministro Netanyahu que no ha conseguido formar un Ejecutivo con el bloque de derecha, los únicos escenarios actuales son «unas quintas elecciones» o crear «un Ejecutivo de unidad» que lo evite.

Todo pareció complicarse, después que, Bennett rechazara de nuevo hoy, formar una coalición de derecha liderada por Netanyahu, que lleva más de una década en el poder en Israel y que enfrenta varios casos por corrupción.

«Ese intento falló porque no nos creímos las promesas que nos ofrecieron», indicó Bennett sobre la propuesta de Netanyahu de formar una coalición de derecha.

De acuerdo a ciertas fuentes, Bennett y Lapid estarían negociando un Ejecutivo de alternancia en la jefatura de Gobierno. El primero desempeñaría el cargo de primer ministro los primeros dos años y el centrista le sustituiría en los dos últimos.

Esta postura de Bennett -con siete escaños con su formación Yamina- se produce a tres días de expirar el plazo de Lapid para crear Gobierno. El partido de este último, Yesh Atid, fue el segundo más votado (17 diputados) detrás del Likud de Netanyahu (30) en los comicios generales del pasado 23 de marzo.

Finalizadas las elecciones, Netanyahu fue quién recibió en primer lugar el encargo de formar coalición, pero tras fracasar y no conseguir una mayoría de 61 escaños en un Parlamento (Knéset) de 120, el presidente israelí, Reuvén Rivlin, trasladó la tarea a Lapid el 5 de mayo.

A partir de allí, el centrista busca conseguir respaldos suficientes para entablar un Ejecutivo que desbanque a Netanyahu, en el poder durante los últimos doce años y enjuiciado por cargos de corrupción.

En estos momentos, Lapid encabeza un amplio bloque de partidos de gran diversidad ideológica -desde la izquierda hasta la derecha más dura- cuyo único elemento de unión es su firme oposición al actual primer ministro de Israel.

Pero, hasta ahora no alcanzó los 61 escaños necesarios para comunicar al presidente que consiguió acordar una coalición.

En medio de estas circunstancias, el apoyo de Bennett supone un impulso que le daría el apoyo de unos 58 escaños -dependiendo también de si todos los diputados de Yamina respaldan un Gobierno con el bloque anti-Netanyahu-, pero Lapid aún necesitaría, al menos, tres escaños más, para materializar una mayoría.

No obstante, podría conseguirse el apoyo necesario con el respaldo directo o externo de la Lista Unida (seis diputados) o del islamista Raam, ambos partidos árabes. Este último, con cuatro escaños, es un actor clave que podría decantar la balanza a favor de Lapid y Bennett. /aurora israel