Un nutrido grupo de trabajadores nucleados en la Unión de Trabajadores del Turf y Afines (UTTA) se manifestaron esta mañana en las puertas del Country Jockey Club para reclamar un «sueldo que les permita comer».

La protesta se dividió en dos frentes, primero en los accesos del club, donde lograron que se suspenda un torneo que se realizaría en el día de la fecha; mientras que en segundo lugar se trasladaron hasta las puertas del Country para exigir hablar con los responsables de su situación.

La tensión del momento altero la calma del los residentes hasta que los representantes de las partes pactaron que el lunes se empezarían a comunicar por las negociaciones.