Cómo olvidar que, en medio del caos, que llevó a que miles de vecinos se armaran, parapetados detrás de barricadas que marcaban límites entre barrios, a la espera de las hordas de deluncuentes que recorrían las calles en motocicletas, la autoridad desaparecía detrás del silencio de funcionarios escondidos, siguiendo el ejemplo del entonces gobernador José Alperovich, quien sólo se preocupó por poner a salvo sus propios bienes.

Hoy, ocho años después, esos recuerdos vívidos en la memoria colectiva de la provincia, se pueden repasar en detalle, plasmados en las causas judiciales que, hace cuatro años, están en condiciones de ser elevadas a juicio, sentando en el banquillo a decenas de ex policías, quienes fueron señalados por los fiscales Adriana Giannoni (hoy jubilada) y Diego López Avila, como los ideólogos de la revuelta que, aseguran, incluyó un plan de incitación al pillaje que disparó el caos.
Las acusaciones llegaron hasta el entonces jefe de Policía Jorge Racedo, apuntado por no haber usado las herramientas a su alcance para movilizar a la fuerza. Por debajo de él, Diego HerreraPablo PérezFederico CastroEugenio MamaníÁngel ChaileWalter GarcíaMiguel ToledoFlavia BedmarSergio HogasNéstor SalinasDiego Urquiza Luis Herrera, aparecen señalados como cabecillas de una revuelta a la que se sumaron otros 34 uniformados y un civil, todos imputados.
Recursos dilatorios de los defensores, el juicio por el crimen de Paulina Lebbos, la llegada de la pandemia y la implementación del nuevo Código Procesal Penal, fueron postergando el comienzo de un juicio que, cuando se haga, calculan que a mediados de 2022, marcará un hito en la historia judicial de Tucumán por varias razones.
El Tribunal que tendrá a su cargo la responsabilidad de juzgar a los sediciosos, ya está analizando los detalles que deberán atender para reunir en un mismo recinto a más de 50 acusados, sus defensores, los testigos y el público que seguramente atraerá el proceso que, se estima, podría extenderse a lo largo de un año, y eso si los jueces Gustavo RogmanoliFabián Fradejas Luis Morales Lezica se dedican sólo a ese asunto.
Se calcula en Tribunales que sólo un teatro, o tal vez un estadio cerrado, podrían convertirse en la sala que se necesitará para desarrollar el juicio, que enfrentará a más de medio centenar de ex policías con la posibilidad de purgar penas de hasta 10 años de prisión, por haberse cambiado de bando, sembrando la muerte y el terror en las calles de Tucumán, a lo largo de tres dias que nunca serán olvidados.