Procedimientos de abejas y hormigas. Diferencia con los humanos. Epizootia.

Desde hace poco más de un año, hay una palabra que resuena en nuestros oídos: distancia social. Aunque al principio provocó cierta resistencia, terminó siendo aceptada por casi todos nosotros. Pero, hay un detalle interesante que debemos saber.

Un análisis minucioso demuestra que, los humanos no somos los únicos seres vivos que afrontamos las enfermedades colectivas con medidas de distancia de seguridad. Hay diferentes especies con algún tipo de organización social que separan, aíslan o expulsan a miembros enfermos o envejecidos del grupo para no comprometer la supervivencia de la población. Pero, pocas presentan una respuesta tan bien organizada ante las epizootias -epidemias en animales- como las hormigas y las abejas, según revela un estudio publicado en la revista Science.

No obstante, sí hay una diferencia con los seres humanos. La citada investigación concluye que, algunos tipos de hormigas y abejas, cuando se sienten enfermas, se auto aíslan para proteger al grupo. Aquí, a los humanos nos cuesta un poco imitar a estos abnegados habitantes de la tierra. En otros casos, son los demás miembros de la colmena y del hormiguero los que evitan a los que presentan algún tipo de patología. También, en algunas especies de abejas se ha observado que los insectos sanos expulsan por la fuerza a los contagiados.

Un hecho destacable es que, en algunos hormigueros los científicos observaron que cuando varios de los miembros se habían contagiado de un tipo de hongo, los demás insectos sanos no sólo se alejaban del portador del parásito, sino que procuraban mantener la distancia con todos los integrantes de la colonia.

¿A qué apuntaba este estudio?

El objetivo de este estudio era analizar los cambios en el comportamiento social de distintos animales, incluidos los humanos, que ven amenazados sus grupos por una enfermedad que afecta a algunos de sus miembros.

En conclusión, la investigación dice que, son varias las especies que, ante el peligro de una epidemia o epizootia, activan mecanismos sociales para aislar de una forma o de otra a los individuos contagiados, ya sea por iniciativa de los propios enfermos o forzados por los demás, como en el caso de las abejas mencionadas. No aclara, sin embargo, cómo logran identificar los integrantes sanos de la colonia a los infectados.

También, los investigadores manifiestan que examinar esas dinámicas en distintas especies puede ayudarles a comprender los procesos complejos por los que se propagan las enfermedades y evolucionan los virus en los seres humanos, con el fin de prevenir pandemias como la del coronavirus o, al menos, reducir su impacto.

Siempre es interesante ver la conducta de los animales y cuánto se puede aprender de ellos. Su proceder instintivo hace, avergonzar a los humanos muchas veces, ya que a los seres racionales les cuesta en muchas ocasiones, respetar el bienestar y la dignidad de los demás.                        /xataka