Antes eran fruto de las circunstancias imprevistas, hoy es una elección por la que algunos optan.

“El término familia monoparental se refiere a una familia compuesta por un solo progenitor, que puede ser el padre o la madre, con uno o varios hijos a su cargo. Puede constituir una familia independiente o bien puede convivir con parientes, por ejemplo, en el caso de una madre sin pareja que vive en casa de sus padres con su hijo o hijos”, explica el sitio web Bienestando.

La misma agrega: “Asimismo, se puede ser una familia monoparental como opción voluntaria o por una circunstancia no deseada, y en ambos casos se recibe esta consideración”.

Esta última opción ha sido la que han seguido o iniciado muchas personas en la actualidad.

“Criar un hijo, desde mi punto de vista, dándole amor, tiempo, educación, en definitiva, la posibilidad de ser una persona feliz es uno de las gratificaciones más grandes de la vida, independientemente de cómo esté conformada la familia. Además, no siempre los que aportan los genes terminan siendo los ‘papás’ de los hijos”, señaló Edgardo Young (h) (M.N. 80.834), doctor en Medicina, especialista en Reproducción Humana de la UBA en una entrevista con el medio TN.

Añadió: “El hijo por nacer seguramente va a valorar mucho más a quien le dio cariño, tiempo y amor, más que a quien aportó los genes”.

La familia monoparental como opción
Foto: El diario solidario

La familia monoparental hoy

Las principales razones por las que surgen las familias monoparentales

Desde su experiencia en consultorio, el especialista contó acerca de las razones por las que las mujeres deciden ser madres solas y las principales son las siguientes:

  • La necesidad de crecer en la profesión demanda mucho tiempo, esfuerzo y dedicación. A la mujer, esa década entre los 25 y 35 años se le pasa volando y se encuentra con que no quiere tomar ninguna decisión apresurada, sobre todo con este tema tan delicado que es tener una pareja para formar una familia.
  • Los motivos económicos son también un factor que retrasa la maternidad. Tener un trabajo estable, una vivienda y la solvencia para poder darle a tu hijo tiempo, educación, salud y amor es una decisión importante que no se puede tomar de la noche a la mañana.
  • Vivimos en una sociedad más egoísta. Tener un hijo es quizás lo más importante que haremos en la vida. Ser independiente, disponer de mi tiempo, crecer en la profesión, poder viajar, son objetivos que no siempre se complementan con la responsabilidad de criar un hijo/a dándole todo lo mejor, como se merece.
  • Hay un tema biológico que es duro pero real. Así lo diseñó la evolución. Desde el punto de vista reproductivo, los hombres pueden ser padres a los 80 años.
  • Los hombres, esta realidad la conocen bien, y los lleva a no tener, a veces, el mismo apuro que la futura mamá. Esto puede generar problemas de pareja y es una de las razones principales en la demora de las consultas. A los 40 años, una mujer es joven, pero tiene la mitad de fertilidad que a los 37 años. Esto no pasa con los hombres.
  • Otra situación habitual que demora la consulta es aquella en la que él tiene hijos de su pareja anterior y ella aún no fue mamá. Probablemente, una historia de divorcio traumático y la logística de criar hijos siendo divorciado, lo atemoriza en la decisión de ser papá nuevamente. Aparecen sentimientos encontrados, por una parte, el deseo de formar una nueva familia y ver a su pareja feliz y realizada como mamá y, por otro lado, la responsabilidad de criar otro hijo, donde estar presente y ser un buen padre con sus hijos del primer matrimonio es ya una tarea difícil.
  • Por último y no menos importante, es la idea de ser madre soltera porque ella considera que es la mejor manera de llevar adelante la maternidad.

Concretamente, la familia monoparental es una más entre los diferentes tipos que no se ajustan al esquema clásico de padre y madre con sus hijos y que, en los últimos años se han convertido en algo más corriente.