A pesar de una leve desaceleración respecto a mayo, la inflación continúa en junio en niveles elevados, por encima del 3%, y con el rubro de alimentos como uno de sus puntales, según las estimaciones de los analistas y los relevamientos de las consultoras.

El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) publicará este miércoles la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo, que para los especialistas quedará algunas décimas por debajo del 4%.

Los analistas coinciden en que junio arrojará una cifra menor, pero no en demasía. «La inflación en general sí se desaceleró, así que va a estar más cerca de 3,5% que de 4%, probablemente mayo ya puede anticipar algo de esa baja, pero sigue en niveles muy altos y preocupantes», señaló Matías Rajnerman de la consultora Ecolatina.

En lo que va del mes, la consultora Seido destacó en su relevamiento una leve desaceleración en la segunda semana de junio respecto a la anterior, aunque la variación intermensual fue de a 3,8% (promedio móvil cuatro semanas).

La medición núcleo también disminuyó, pero en la comparación intermensual anotó un 4%.

Por su parte, el Relevamiento de Expectativas Macroeconómicas (REM) del Banco Central (BCRA) arrojó en su mediana de pronósticos un 3,1%, pero el reducto de los «10 mejores pronosticadores» anticipan un 3,3%.

A pesar de esta leve baja, los analistas advierten una persistencia en el ritmo de la suba de los alimentos. «Los aumentos de carnes y aceites siguieron altos en la primera mitad de junio, son números preocupantes. El cierre de exportaciones de carne generó un efecto contractivo en la oferta por los paros. La autorización de subas en Precios Máximos entre 6% y 8% tuvo impacto en la primera quincena de junio, lo va a tener en la segunda y en parte de julio», explicó Rajnerman.

Esta dinámica la viene reflejando también el índice de subas de alimentos de la consultora LCG, que registró en las primeras dos semanas de junio subas de 0,6% y 1,6%, que dejan un 2,2% para la quincena que dejan para las últimas cuatro semanas una variación entre puntas de 4,2% y una promedio de 3,4%. En la segunda semana del mes, aceites (4,6%), lácteos (3,6%) y carnes (2,8%) lideraron los incrementos.

En tanto, el relevamiento de Seido registró una variación semanal del 0,5%, frente al 1,7% de la semana anterior, con lo que en la quincena alcanza un 2,2%. En la variación promedio móvil de cuatro semanas, el aumento es de 5,4%.

Lógicamente, estos incrementos agudizan el impacto de la inflación en los sectores de menores recursos, que son los que destinan mayor parte de sus ingresos en alimentos y bebidas, que vienen aumentando más que el nivel general, y repercutirán en un incremento de la pobreza a través de la suba de las canastas básicas por encima del nivel general. Para graficar la problemática, el promedio de inflación mensual es 11 veces el de la región (4,4% vs. 0,4%).

La inflación del primer semestre se ubicaría cerca del 26%, cuando la del primer semestre del año pasado arrojó 13,6%. Si la segunda mitad del año marca una dinámica similar, el dato anual escalaría a 58%.

De cumplirse los pronósticos de las consultoras para los próximos meses, en julio se perforaría la meta de 29% del Gobierno; en agosto, el margen hasta 33% que planteó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en el Senado hace dos semanas, y en septiembre, el mes de las elecciones PASO legislativas, se superaría el 36% de todo el año pasado. Las proyecciones ubican la cifra anual entre 45% y 50%.

Fuente: Cronista