Para obtener una línea telefónica en México se requerirá datos biométricos como huellas dactilares o las facciones del rostro. Genera preocupación sobre la privacidad y la seguridad de los usuarios.

Con 54 votos a favor, 49 en contra y 10 abstenciones, el Senado de México aprobó reformar la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión para crear el polémico Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil.

El objetivo de esta nueva normativa, impulsada por el grupo parlamentario del partido gobernante Morena, es crear una gran base de datos de todas y cada una de las personas que tengan una línea telefónica, tanto en la modalidad pospago como prepago. Los usuarios tendrán que proporcionar varios datos personales que van desde el nombre hasta la nacionalidad.

Hasta ahí todo parece normal, entendible, y casi inobjetable

Sin embargo, lo que sí generó malestar entre los senadores opositores y en la población en general, es que los usuarios estarán obligados a registrar su información biométrica: por ejemplo las huellas dactilares, facciones del rostro o el iris.

El riesgo a la pérdida de privacidad por la entrega de datos biométricos. Es otra preocupación.

Los inspiradores de esta regulación dicen que el objetivo es frenar los delitos como la extorsión, el fraude y el secuestro que se cometen mediante el uso de teléfonos celulares; según dicen, gracias al padrón podrán identificar a quienes están detrás de cada línea telefónica.

La Cámara Nacional de la Industria Electrónica de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti) explica que, en la actualidad hay 126 millones de líneas móviles en el país, y de esa cifra, el 85% usa la modalidad prepago, tarjetas SIM que, en general, se pueden conseguir sin ningún tipo de documentación.

Peligros sobre la privacidad y seguridad de los usuarios

Inmediatamente se observó un rechazo en las redes sociales. Allí se puede ver que son más los que objetan la medida que quienes la defienden, y de hecho la han calificado como autoritaria.

Bajo el numeral #NoAlPadrón, tanto ciudadanos como organizaciones defensoras de derechos humanos, advierten sobre los riesgos que representaría el hecho de que los datos biométricos de una persona fueran a parar a manos equivocadas porque la base de datos estará disponible para agencias gubernamentales sin ninguna orden judicial.

¿Y si los datos llegan a manos equivocadas? Es lo que plantean algunos.

Los objetores denuncian también, que se afectará la presunción de inocencia de un usuario cuya línea haya sido robada y utilizada para cometer delitos.

Priscilla Ruiz, coordinadora legal del programa de derechos digitales de la ONG Artículo 19, expuso sus objeciones frente al tema.

Afirma que este tipo de reforma no está «homologada o armonizada con lo que dice la ley de protección de datos personales que resulta elemental y fundamental para saber de qué manera este tipo de padrón va a recabar nuestros datos, qué datos, qué autoridades los van a utilizar, cómo se van a proteger».

El frustrado registro de 2008 que terminó en filtración

Haciendo un poco de historia en México., se puede recordar que en 2008 nació el llamado Registro Nacional de Usuarios de telecomunicaciones, o simplemente conocido como Renaut.

Fue una iniciativa del entonces presidente Felipe Calderón que también buscaba combatir el secuestro y la extorsión. El Renaut pretendía privar a los delincuentes del anonimato obligando a los dueños de líneas telefónicas a registrarlas con sus respectivos números de identidad.

Para los padres, sin duda alguna, también es motivo de preocupación la seguridad de sus hijos (niños y adolescentes).

México_Polémica por una ley que exigen entregar datos biométricos_3

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Este mecanismo se eliminó en 2011 luego de que se conociera que la base de datos fue filtrada y la información de los usuarios se vendía en el mercado ilegal. De acuerdo con la ONG mexicana Red de Defensa para los Derechos Digitales, en lugar de reducir el crimen, la extorsión aumentó en un 40% y el secuestro en un 8%, durante el tiempo de vigencia de dicho registro.

«Esto lo que hace es poner en riesgo la privacidad, la identidad, incluso la integridad física y emocional de las propias personas. Va más allá, el impacto que no se está evaluando y tampoco se está tomando en consideración», agregó Priscilla Ruiz frente al tema de la filtración de datos.

Países que recopilan datos biométricos

Lo real es que, la mayoría de los países requieren que las líneas telefónicas en sus territorios estén registradas con los datos personales del usuario o titular, pero algunos Gobiernos llegan a ser más invasivos que otros.

Un estudio de la compañía de investigación tecnológica Comparitech, que revisa y compara productos tecnológicos, muestra que, al menos 17 países alrededor del mundo recopilan de alguna forma los datos biométricos para el registro de las tarjetas SIM.

¿Cuáles países requieren estos datos?  Se encuentran entre ellos, China, Venezuela, Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Tailandia; países que el Instituto Internacional para la Democracia y asistencia electoral calificó como regímenes autoritarios en su reporte de 2019 sobre el Estado Global de la Democracia. /france24