Salió al mercado avalado por el INTA. Este alimento de quínoa es una esperanza para industriales, trabajadores y también, en materia de salud alimentaria.
“’BIBA’ es el primer alimento bebible a base de quínoa, desarrollado por el CONICET y la empresa BABASAL S.R.L. con quínoa producida por agricultores familiares, pequeños y medianos de los diferentes valles sanjuaninos.’ De ese modo empieza a explicar la presentación de este nuevo producto la página oficial del INTA.
“Este alimento está producido con una variedad de quinua desarrollada por técnicos del INTA San Juan. Los productores se encuentran organizados en el Clúster Quinua Cuyo, una plataforma socio-organizativa que busca optimizar el proceso de producción, organizándolo a través de demandas concretas formalizadas en contratos de producción e industrialización”, informa el INTA.
En cuanto al objetivo perseguido, el INTA explica:
“El proyecto pretende generar procesos de inclusión, mecanización integral de los cultivos y agregado de valor en origen, en un marco de sustentabilidad y cuidado del ambiente, máxime cuando se trata de un producto destinado a la alimentación humana donde se debe garantizar la seguridad alimentaria.”
Sobre este emprendimiento el diario Huarpe de San Juan explica que esa provincia produjo al menos 20 toneladas de este grano, teniendo presente que su producción prácticamente había desaparecido de América, después de la conquista española.
Comenta que hay dos provincia que la producen, Jujuy y San Juan. Todo se dio debido a que el INTA estimuló su producción en los valles cordilleranos.
Hoy hay más agricultores interesados en su producción a causa de un enorme mercado interno.
En la actualidad el mercado argentino consume alrededor de 750 toneladas anuales, de las cuales cerca del 90% es importado de Perú y Bolivia, principales productores mundiales. Debido a ello cuando un argentino decide plantar quínoa hay compradores dispuestos.
San Juan inició el proceso de producción de la harina de quínoa o quínua. Puesto que el grano debe ser sometido primero a un lavado especial, que le quita un compuesto amargo que recubre el cereal, y luego ser molido, fundamental para la producción del jugo vegetal. Para esto la quínoa sanjuanina viajaba primero a 9 de Julio, en la provincia de Buenos Aires y después a otra localidad para recién llegar a la planta de Luján.
El nuevo alimento extraído de la quínoa , avalado por el INTA
En estos momentos, el INTA está iniciando una planta para limpiar los granos y molerlos, dejándolos listos para la venta. La planta estará a disposición de productores y clusters. Esto significa que incluso los más pequeños de los agricultores que se dediquen a la quínoa podrán poner en el mercado un producto industrializado.
El diario web Luján en línea dice: “La bebida se lanza al mercado de la mano de la pyme argentina BABASAL S.R.L que, por medio de una licencia de tecnología, avanzó en la producción a escala industrial para abastecer el canal comercial y contribuir con un alimento nutritivo y saludable a la sociedad.”
También comenta que, “BIBA” aporta una cuota importante de proteínas y múltiples beneficios nutricionales derivados del grano de la quínoa, uno de los alimentos vegetales que provee todos los aminoácidos esenciales.
Se sabe que, una porción de “Biba” aporta vitaminas A, D2, E, B12 y calcio. Además, no contiene sacarosa añadida, ni conservantes, ni lactosa y es libre de gluten. Por lo cua, pasa a ser un alimento no solo deseable sino muy recomendado por nada menos que el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria), junto al CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). Participaron también de la investigación: las Universidades Nacionales de La Plata (UNLP), Lanús (UNLA), Lujan (UNLU) y Quilmes (UNQ).
La bebida se lanza al mercado por la pyme argentina BABASAL S.R.L que, por medio de una licencia de tecnología, avanzó en la producción a escala industrial.
Lo cierto es que esto, aparte de estimular el consumo de alimentos vegetales en el mercado interno, es un importante estímulo a la industria local e incrementa la toma de personal, para así inducir un decrecimiento del desempleo argentino. Por otra parte, da una esperanza de consolidar las líneas comerciales con el MERCOSUR y también con el resto del mundo.