El “Objetivo 15” de las Naciones Unidas. Cuánto se hace y que más se puede hacer para proteger los bosques, evitar la desertificación y degradación de las tierras, detener la pérdida de biodiversidad.
“Cerca de un millón de especies animales y vegetales están en peligro de extinción”, según un reciente informe de la ONU sobre biodiversidad.
Por eso el organismo internacional se trazó lo que dio pro llamarse “el Objetivo 15”. ¿Qué fines persigue? ¿Cuáles son los motivos por los cuales existe?
Busca “conservar la vida de ecosistemas terrestres”. Y también apunta a “proteger y restablecer los ecosistemas terrestres, gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, y detener la pérdida de biodiversidad”.
No es ningún secreto que los ecosistemas terrestres permiten “el sostenimiento de la vida humana, contribuyen a más de la mitad del PIB mundial e incluyen diversos valores culturales, espirituales y económicos”.
Ante una triple crisis
Es decir, si uno no lo pensó, tal vez, es bueno recalcar que su influencia también es económica. Pero, el informe de la ONU advierte que “el mundo se enfrenta a una triple crisis del cambio climático, a la contaminación y a la pérdida de la biodiversidad”.
¿Es justificable o, al menos, explicable razonablemente que más de 100 millones de hectáreas de tierras sanas y productivas se degradaran anualmente entre 2015 y 2019? ¿A cuántos perturbó?
Se sabe que, “afectó a la vida de 1300 millones de personas”.
Una de las principales causas es ‘la expansión agrícola’, relacionada directamente con “casi el 90 % de la deforestación mundial”. El citado informe muestra que esto es así al colocar como ejemp0lo lo que sucede con “la cosecha de palma de aceite representó por sí sola el 7 % de la deforestación mundial entre los años 2000 y 2018”.
En vista de lo aquí expuesto, hacen falta “esfuerzos mundiales y regionales para mantener los ecosistemas forestales, así como sus funciones sociales, económicas y medioambientales”.
¿Para qué sirve el Objetivo 15?
El compuesto y complejo Objetivo 15
Recientemente, el Marco Mundial Kunming-Montreal de la Diversidad Biológica, ofreció al Objetivo 15 “un impulso renovado, al esbozar cuatro objetivos orientados a resultados que deben alcanzarse para 2050 y 23 metas que deben lograrse para 2030”.
¿Por qué debería importarnos?
“Los bosques cubren casi el 31 % de la superficie de nuestro planeta y albergan más del 80 % de todas las especies terrestres de animales, plantas e insectos”.
Lamentablemente, con diversos incendios y temperaturas extremas se fue deteriorando el hábitat de distintas especies y el resultado es la destrucción de ellas, con el consecuente efecto negativo para la vida humana que, también depende de los ecosistemas que la rodean.
“A escala mundial, una quinta parte de la superficie terrestre del planeta está degradada, un área casi del tamaño de la India y Rusia juntas”, dice el informe.
Esto es un poco mas de 20 millones 400 mil km² (India = 3 287 263 km² + Rusia= 17 125 191 km²), lo que seria un 0.04% del total de la superficie del planeta.
Tener esta información permite concientizar sobre la situación, ya que se pueden implementar distintas “estrategias de adaptación al cambio climático y reducción del riesgo de desastres”, como también producir “beneficios que aumenten la resiliencia de las personas”.
Ir al enlace:
Objetivos de Desarrollo Sostenible
¿Cómo nos puede afectar la pérdida de los bosques?
ONU: La humanidad ante la pérdida de biodiversidad
Para algunos es sólo una nueva inversión, para otros es sólo un cambio estético del medio ambiente. Pero, en realidad nos muestra en directo que involucra “la desaparición de los medios de subsistencia de las comunidades rurales, el aumento de las emisiones de carbono, el deterioro de la biodiversidad y la degradación del suelo”. Existen datos de 2020 muestran que ‘la proporción de bosques en áreas protegidas y bajo planes de gestión a largo plazo aumentó o se mantuvo estable a nivel mundial y en la mayoría de las regiones del mundo’.
Un efecto es la extinción de especies, lo cual se vuelto ‘irreversible’, en algunos casos, debido a la actividad humana sobre el medio ambiente. Siempre hay consecuencias. Aquí lo pagamos con la alteración el equilibrio de la naturaleza y el hecho de que los ecosistemas sean más frágiles.
¿Este proceder afecta nuestra salud?
El informe expresa: “Una mayor demanda de proteínas animales, el aumento de una agricultura intensiva e insostenible, el uso y la explotación crecientes de la fauna salvaje y la crisis climática favorecen la aparición de enfermedades zoonóticas ―aquellas que pueden transmitirse entre animales y seres humanos― como la COVID-19”.
Así que, podemos decir que sí, ya que la evidencia científico-empírica nos lo demuestra.
A ello hay que agrega el componente económico, ya que, “las enfermedades zoonóticas han generado, solo en las dos últimas décadas, pérdidas económicas de más de 100 000 millones de dólares. Todo ello sin contar el coste de la pandemia de la COVID-19”.
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Lo que podemos hacer
¿Qué consejos se comparte desde la ONU para que podamos contribuir a una mejor vida en el planeta y a mejorar la sobrevida de este?
El primero es “reciclar”, después es necesario “seguir una dieta basada en productos locales de origen sostenible y consumir solamente lo que necesitamos”. Esto contribuirá a que no se siembre más de lo que se necesita y a que haya un movimiento económico equilibrado en nuestra región, como también a que se produzca menos basura que no deja de tener su efecto contaminante. Lo que también, ayudara es “participar en actividades de ecoturismo gestionadas de forma responsable y ética para evitar perturbarla”.
Es decir, ser buenos ciudadanos del planeta o como alguna vez expresara alguien: “ser excelentes pasajeros de la astronave Tierra, mientras esta se desplaza por su órbita, dentro de un sistema organizado en un punto del universo”.
