En la Tierra hay dos de cada uno cada año. Los equinoccios vernal y otoñal. Fiestas.

Por lo general, cuando llegan los cambios de estación aparecen las palabras solsticio y equinoccio. Y, a veces nos complicamos con estos términos al querer relacionarlos y tener una idea clara de lo que indican. Pero, ¿qué significa cada una de esas palabras y a qué aplican?

Las cuatro fases estacionales de la Tierra están relacionadas a cuatro posiciones principales en la órbita del planeta en su giro alrededor del Sol.

“El sol de mediodía comienza a estar cada vez más bajo y las noches empiezan a volverse cada vez más largas. Esto solo puede significar que el verano está llegando a su fin para el hemisferio norte del planeta. El equinoccio de otoño llegará el próximo 22 de septiembre a las 22:02 (hora peninsular española), marcando oficialmente el comienzo del otoño en el hemisferio norte y el inicio de la primavera en el hemisferio sur”, esto indica National Geographic [NG].

Origen etimológico del término

La palabra equinoccio procede del latín y significa “noche igual”, lo que hace referencia al día y la noche de aproximadamente 12 horas cada uno y que tienen lugar solamente en los dos equinoccios del año.

Lo que ocurre durante un equinoccio

“Los equinoccios ocurren dos veces al año y son momentos en los que el día y la noche tienen la misma duración. Este fenómeno tiene lugar cuando el sol se encuentra exactamente sobre el ecuador de un planeta” explica NG.

El paralelo del ecuador es una línea imaginaria ubicada de forma perpendicular al eje terrestre. Está en la posición 0 grado de latitud y separa en el planeta el hemisferio Norte del Sur.

Nuestra vida entre solsticios y equinoccios
Los cambios de estación están conectados a los solsticios y equinoccios.

Eso explica la duración de nuestros días de 24 horas y la relación que tiene con el hecho por el cual la Tierra tiene estaciones. El planeta gira en un eje con una inclinación de 23,5 grados respecto a su plano orbital. El resultado es que, mientras la Tierra realiza su órbita de 365 días, los hemisferios se inclinan y por lo tanto están más cerca o más lejos de los rayos solares.

¿Qué trae como consecuencia?

Logra que la línea divisoria o ‘terminador’ entre la parte diurna y nocturna del planeta, pase por los polos norte y sur del planeta. Este ángulo hace que todo el planeta experimente la misma cantidad de luz y oscuridad durante un día dos veces al año.

¿Qué nombre recibe ese momento de transición?

Concretamente, esos “fenómenos bianuales se denominan equinoccio vernal y equinoccio otoñal. Junto con los dos solsticios del planeta, los equinoccios marcan el cambio de estación”, dice NG.

En el hemisferio norte, por ejemplo, el equinoccio vernal marca el inicio de la primavera en torno al 21 de marzo, mientras que el equinoccio otoñal indica el comienzo del otoño en torno al 22 de septiembre. Lo opuesto ocurre en el hemisferio sur.

¿Qué es lo que sucede entonces?

Mientras se aproxima diciembre, “el hemisferio norte se inclinará cada vez más lejos del sol y recibirá sus rayos en un ángulo más oblicuo, lo que dará lugar a días más oscuros y a condiciones climatológicas más frías, propias del invierno”. Finalmente, el sol alcanzará su punto más bajo en el cielo de mediodía, marcando el solsticio en diciembre.

Puede interesarle leer:

Entre solsticios y equinoccios (Parte II)

Historia: Festividades en los cambios de estación

De acuerdo a ciertas tradiciones, “diversas culturas alrededor del mundo han celebrado las fechas que representaban un cambio de estación. Un ejemplo destacable es la antigua pirámide maya escalonada conocida como El Castillo, en Chichén Itzá, México. De forma exacta, durante la puesta de sol en los equinoccios de primavera y otoño, la luz solar baña la empinada escalinata de esta construcción en el ángulo justo para crear la espeluznante forma de una serpiente que parece deslizarse a lo largo de esta”.

¿Sólo hay equinoccios en la Tierra?

En los otros planetas del sistema solar

Ciertamente, “otros planetas del sistema solar también tienen estaciones y equinoccios, aunque a escalas mucho más extremas. Marte, por ejemplo, tiene una inclinación muy similar a la de la Tierra, por lo que experimenta el mismo tipo de estaciones, pero su distancia del sol implica que un invierno marciano puede llegar a durar la friolera de 154 días” dice NG.

¿Por qué en algunos sería imposible la vida?

En realidad, si la vida humana fuera posible en algunos planetas habría situaciones que la harían complicada. Por ejemplo, “el planeta que sería una pesadilla para cualquier persona que sufra trastorno afectivo estacional (es decir, depresión invernal) es Urano. Su eje tiene una inclinación de aproximadamente 90 grados, lo que en esencia significa que gira sobre un lado durante su órbita de 84 años alrededor del sol. Esto se traduce en interminables inviernos que duran 42 años”. ¿Se imagina viviendo décadas en una sola estación?

Entendiendo lo que es un Equinoccio.

Cada planeta tiene su particularidad, de acuerdo a la posición que dispone en el sistema o por peculiaridades propias de sí mismo. En algunos, “las variaciones estacionales pueden incluso alterar la vista de estos objetos celestiales. Durante un equinoccio de Saturno, que ocurre cada 15 años terrestres, el sol brilla justo sobre los famosos anillos del planeta, bañándolos en sombras que revelan su estructura tridimensional”.

¿Qué es un solsticio?

En una próxima entrega explicaremos este concepto.