Fundación ProYungas celebra sus 25 años

La ONG, que trabaja para la conservación del ambiente y el desarrollo sustentable, emitió una nota escrita por su presidente en el marco de los festejos por su 25 aniversario de trayectoria.

VINCULAR POSITIVAMENTE LA PRODUCCIÓN CON LA CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA, DE UTOPÍA A REALIDAD

por Alejandro Diego Brown, Presidente Fundación ProYungas

Hace 25 años creamos la Fundación ProYungas, con la idea de incidir en territorios de alta valoración ambiental en las temáticas de manejo y conservación de los recursos naturales, principalmente en la conservación de la biodiversidad y de las principales cuencas hidrográficas del noroeste argentino.

Al poco de andar fue para nosotros obvio que si queríamos hacer la diferencia y tener un impacto a la escala del problema, debíamos generar un vínculo activo con el sector productivo, particularmente con las grandes empresas que manejan e inciden sobre grandes superficies de territorios que ameritan su persistencia en el tiempo.

Ello es así, porque este sector de nuestra sociedad tiene grandes superficies, recursos tecnológicos y financieros y porque tiene una llegada directa al poder político y sus estructuras de gestión. Pero además, y en muchos casos, admiran y valoran la naturaleza de la que se sirven y disfrutan.
Desde la construcción del Gasoducto NorAndino a finales de los 90, las acciones con las petroleras (Pan American Energy, Shell) primero y luego con los grandes complejos agroindustriales (Tabacal/Seabord, Ledesma), no hicieron más que darnos la razón en cuanto a la relevancia del vínculo en construcción, en etapas embrionarias, ricas y jugosas en discusiones prácticas y filosóficas.

Hoy más de 30 empresas que suman casi 3 millones de hectáreas, se han sumado al programa que llamamos “Paisaje Productivo Protegido” que lideramos desde ProYungas, donde al menos el 40% de esta superficie son espacios silvestres destinados a la protección de bienes y servicios ambientales. Pero lo más importante, se ha generado un espacio de diálogo, de construcción colectiva entre productores y organizaciones de la sociedad civil. Un espacio donde se debaten ideas y se proponen soluciones ambientales, factibles, realistas.

Este espacio que empezó en Argentina hoy se implementa también en Paraguay, en Chile, en Bolivia y próximamente se expandirá a Uruguay y posiblemente a Colombia. Sudamérica es una de las regiones más ricas en biodiversidad del mundo, y también lo es en producción de muchos bienes que el mundo demanda. Es nuestra oportunidad colectiva para demostrar que ambos reclamos humanos, el de producir y conservar, pueden y deben ir juntos, para que nuestros productos no sean sólo destacados por precio y calidad, sino también por ser generados en un contexto de compromisos
ambientales y sociales. Esta es la gran oportunidad de nuestros países y que requiere esencialmente saber y poder trabajar juntos, productores y ambientalistas, en la misma vereda, tirando para el mismo lado.
Todos sabemos que las actividades productivas, como otras actividades humanas dependen de diversas maneras de la naturaleza, sin embargo lo que normalmente no tenemos tan en claro es que en la actualidad la naturaleza depende de nuestras decisiones. Producir y conservar la naturaleza no sólo no son antagónicas, sino que se necesitan mutuamente. Es lo que aprendimos de recorrer y vivir los territorios de nuestro país y en eso se basa nuestro compromiso institucional.-