El Papa Francisco dispuso la abolición del secreto pontificio respecto de las denuncias contra sacerdotes abusadores.

La ley titulada «Instrucción sobre la reserva de las causas», reclamada por sobrevivientes de abusos desde hace años, entrará en vigor el 1 de enero de 2020, en paralelo al crecimiento de las denuncias contra religiosos.

Esta enmienda intenta dar respuesta a la exposición global de los escándalos de abusos; a sus propios errores en la gestión del tema y los reclamos de víctimas, instituciones de Justicia y católicos, que piden más transparencia y que se exijan responsabilidades a los agresores.

El «secreto pontificio» eliminado por el Sumo Pontífice se refiere a la confidencialidad en el manejo judicial de los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes y otros delitos graves de este tipo, normalmente manejado en la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) en el Vaticano.

Esto representaba un problema enorme para los abogados de las víctimas de abusos que no podían tener acceso a la información.

Papa Francisco abolió secreto pontificio contra sacerdotes pederastas

Papa Francisco abolió secreto pontificio contra denuncias a sacerdotes pederastas

«El Santo Padre ha dispuesto que este tenga firme y estable vigor, además puesto en acción inmediatamente y por lo tanto publicado en el comentario oficial de las Acta Apostolicae Sedis», expresó el cardenal y secretario de Estado, Pietro Parolin, en la introducción de la ley.

La nueva norma está incluidas al derecho canónico, un código legal que detalla la justicia eclesiástica para delitos contra la fe.

Los cambios realizados a dicha enmienda afectan a los abusos sexuales a menores o personas vulnerables cometidos por sacerdotes, obispos o cardenales.

El peor castigo que puede recibir un sacerdote dentro de este sistema es ser expulsado del clero.

No es de menor importancia que la norma en cuestión, además amplía la definición de pornografía infantil para alcanzar a víctimas de hasta 18 años, y habilita a laicos a defender en tribunales de la Iglesia a personas involucradas en delitos sexuales sin tener que pedir autorización.