Se define a si misma como “heredera del ingenio y perseverancia de mi papá Rafa, heredera de la paciencia y amor de mi mamá Luci, la combinación perfecta que utilizo en mi profesión”.

Además de transitar los senderos tucumanos, a la Pichu se la puede encontrar con frecuencia en el Bike Park Blue Mountain, ubicado sobre la popular Avenida Perón de Yerba Buena, la avenida sobre la que peregrinan diariamente al cerro gran parte de los bikers tucumanos. Allí da clases de mountain bike a mujeres principiantes y niños y niñas. De eso hablamos con ella.

Contanos lo de las clases para mujeres ¿Tienen que tener nociones sobre ciclismo?

Natural High Bikes nace de la inquietud de reclutar mujeres de más de 18 años con ganas de aprenderlo todo sobre la bicicleta.

El lugar de práctica se encuentra en el Bike Park Blue Mountain, ubicado en Avenida Perón 1050. Allí tenemos cómodas instalaciones y sobre todo el lugar perfecto para afianzar las técnicas y prepararnos para la hora de salir a rodar. Se puede aprender muchas cosas de oído, observando a una corredora o viendo tutoriales, pero no hay nada que pueda reemplazar el aprendizaje de forma presencial. Las clases para mujeres se realizan los martes y jueves de 8.30 a 10, con un sábado mensual de salidas.

Lo que tienen que saber para empezar a pedalear es que la única barrera es controlada por una misma y somos nosotras las que decidimos cuándo levantarla para animarnos o no a lo nuevo y desconocido.

Mi consigna es que si la barrera es no saber pedalear, no te preocupes, que estamos preparadas para afrontar juntas este desafío, que seguramente es algo pendiente y para mí será un logro en tu vida. Para este tipo de desafío las clases son personalizadas y exclusivas y antes de comenzar a formar parte del grupo.

Las clases cuentan con una parte inicial que es predisponer al cuerpo para luego subirse a la bicicleta. Una parte principal, que consta de pequeños circuitos donde se trabaja la técnica y se adquieren o descubren nuevas habilidades, y por último un cierre en el que se trabaja específicamente la fuerza y coordinación de forma global.

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Las clases para niñas/os se realizan los días martes y jueves a las 18 y tienen una salida los sábados.

Estas clases constan de una parte inicial que predispone al cuerpo, para luego subirse a la bicicleta. Antes de la pandemia se realizaba un juego “rompe hielo” para consolidar el vínculo del grupo, pero este año cambió un poco el formato, ya que el contacto y los juegos grupales se vieron afectados, obligándonos a reinventarnos como docentes, adoptando el individualismo y el distanciamiento, que fue posible gracias a la amplitud de este hermoso lugar de trabajo.

La parte principal de la clase cuenta con la progresión y adquisición de nuevas habilidades de manera guiada, por medio de la educación técnica en pequeños circuitos de trabajo. Por último se hace un cierre en el cual mientras se relaja el cuerpo mediante ejercicios se charla sobre lo aprendido en el día.

¿Cómo llegó la bici a tu vida?

Tres anécdotas. De niña, a los 5 años, de la mano de los Reyes Magos a los pies de mi cama. Este año pude analizar que a esa edad mi perfil docente ya estaba marcado.

A los 20 años me fui a tomar un jugo a la plaza principal de mi provincia y me encontré con la movida de la largada simbólica del Trasmontaña.

Ese mismo día se me vino a la cabeza que quería comprar una bici. Solo contaba con la guitarra que me había regalado mi hermana mayor a los 15, que nunca pude aprender a tocar. Hablé con ella para ver si me daba permiso para venderla y comprar la bici y estuvo de acuerdo.

Con ese dinero y con ayuda de mamá, sin que se enterase papá, pude adquirir mi primera MTB usada, para moverme a la facultad. Recuerdo que le sacaba el caño de asiento para que nadie se viera tentado de llevárselo. ¡Jajaja, qué locura!

A los 30 años solo conocía calles y avenidas y ese año gracias a Noe (Noelia Rodríguez, la gran biker tucumana) pude comenzar a descubrir el maravilloso mundo de las sendas. Hoy vivo esta pasión de la bicicleta como docente gracias al impulso de su familia.

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¿Qué es lo que más te apasiona de enseñar?

El detalle que uno utiliza como docente es lo que más me apasiona. Cada clase tiene un objetivo y buscar los medios para que éste sea conquistado es mi mayor satisfacción. Siempre traigo a mi mente cómo me enseñó mi papá a estacionar el auto.

Recuerdo que fuimos a un lugar y justo había en el cordón dos ladrillos. El los tomó y los dispuso de forma que yo tuviera que lograr estacionarlo entre ellos. Esos detalles me marcaron y los llevo como un tesoro.

¿Qué grandes diferencias ves entre ambos grupos?

Una es la edad claramente, la otra es la capacidad de asombro que tienen los niños, principal motivadora para ellos. Lamentablemente los adultos poco a poco la van perdiendo, pero a sus logros personales en cada clase los defienden y sienten muchísimo orgullo por sus conquistas, y esos logros se transforman en el principal motivador para ellas.

¿Qué consejos y tips les darías a las mujeres que aún no se animan o que piensan que es muy difícil o que ya están grandes para aprender esto?

Más que consejos yo las invito a que piensen en esto:

  • Escuchen a su entorno, pero que no sea un impedimento para sus sueños.
  • No se queden con una mala experiencia, decidan vivirla nuevamente pero con experiencia.
  • Escuchen a su cuerpo, que les pide moverse.
  • La bicicleta tiene varias modalidades, así que hay para todas.
  • La edad no es un condicionante, la mente y las creencias sí.
  • Pueden tener una bicicleta de 1500 pesos o una de 1.000.000 pero lo que cuenta es la actitud sobre la bici, no la bici en sí.

Más info: www.instagram.com/pichusolorzano/

Fuente: biciclub