Portaba un equipaje de mano y se preparó para cumplir el trámite de pasar por el control de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) antes de llegar subir al vuelo 5050 de Flybondi.
El agente que monitoreaba el escaner miró un par de veces las imágenes y la pantalla expuso un contenido por demás anormal. Al pedir que se abriese el morral y la valija del pasajero los uniformados se encontraron con la sorpresa: decenas de monedas de oro y fajos de billetes.
El ahora sospechoso de lavado de dinero no pudo justificar la tenencia de esas 107 monedas chilenas de oro, en un cargamento valuado por las autoridades en $ 23.500.000.
Presentó una imagen de un boleto de compra, que según la información de la PSA, estaba incompleto, y explicó que había vendido un vehículo para obtener fondos.
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Sin embargo, la información suministrada por la fuerza de seguridad conducida por José Glinski, señaló que entre las pertenencias del hombre de 53 años se encontraron otros valores.
En el morral, además de las monedas de oro, fueron decomisados US$ 17.800, $ 158.900 y 8000 pesos chilenos.
“Tras la requisa, los oficiales encontraron en su billetera cuatro cheques de pago diferido con un valor de 375.000 pesos; otro con un valor de 358.000 pesos, y otros cheques cruzados y vencidos en 2020 por 55.000 y 67.200 pesos. Ninguno indicaba beneficiario”, informó la PSA.
El juzgado nacional en lo penal económico, a cargo de Ezequiel Verón de Astrada, decomisó el dinero y las monedas e inició una causa por la supuesta infracción del artículo 303 del Código Penal, que tiene prevista una pena de entre tres y diez años de prisión para “el que convirtiere, transfiriere, administrare, vendiere, gravare, disimulare o de cualquier otro modo pusiere en circulación en el mercado, bienes provenientes de un ilícito penal”. El hombre quedó imputado, pero en libertad, y por orden judicial solo pudo mantener la posesión de $ 10.000.
Fuente: La Nación